Hay querellas de sanitarios contra las autoridades para aburrir. Y con razón. Se les ha enviado a morir, sin apenas protección, o siendo defectuosa o hecha a mano y un largo etcétera. Una vergüenza total y absoluta.
Y no es casualidad que seamos el país del mundo con más sanitarios infectados y fallecidos.
Estos números son criminales. La OMS se escandalizaba con aquellos países que tenían un 10% de sanitarios infectados. Nosotros tenemos un 21%, y eso es infumable y así lo entienden distintas asociaciones de médicos y enfermeras que han puesto ya diversas querellas.
Y como hay tantas querellas, ya empiezan a salir algunas sentencias a favor de los sanitarios, como por ejemplo este de aquí, en el que echa por tierra el argumento del gobierno y las CCAA en el que Niega la premisa de las administraciones acerca de que nos encontramos ante un supuesto de fuerza mayor, imprevisible e inevitable. Vamos, que lo del "no se podía saber"... no cuela.