Sin que me caiga especialmente bien Uber (que evade impuestos, licencias, crea falsos autónomos y toda esa mierda neoliberal), decir que hace un tiempo quise un taxi y llamé a tres o cuatro teléfonos; sólo uno lo cogió y de malas maneras. Otras veces te tangan (como el archiconocido timo de "del aeropuerto a la ciudad cuesta lo que me da la gana").
Su problema es que por pagar las licencias se han acomodado en la idea de que son los reyes en lo suyo (eso del I+D que se lo cuenten a otro), hasta que ha venido una app móvil que no necesitaba pagar una licencia para usar la vía pública de manera comercial (señalización en el vehículo, paradas de taxi). Y ya que son medio mancos, han resuelto que la mejor forma de organizar huelgas es cancelar el servicio poniéndoselo a huevo a la competencia: más rapidez, más facilidad, mejores maneras.
/clap