He ido a la estación de Chamartín a recoger a un familiar y cuando he ido a echar una meada, veo que en la entrada tienen un torno como el metro, pudiendo entrar previo pago de un euro.
Más libertad en la ciudad donde sólo existe, y todo para que los cuatro hijos de puta de siempre sigan robando.
Que asquito oiga.