Sicarios de 14 años en Madrid: la nueva y peligrosa estrategia de los cabecillas de las bandas latinas
Tanto la Policía Nacional y la Guardia Civil, así como la Fiscalía de Madrid, avisan: « El número de menores implicados en bandas juveniles de carácter violento ha crecido y es muy preocupante el espacio que están tomando en estos grupos». Por ejemplo, el Ministerio Público habla de que «no solo no se ha producido el notable decremento de conductas delictivas que quizás era esperable; sino que, proporcionalmente, se ha incrementado, especialmente en lo que respecta a los delitos más violentos y graves».
Las distintas fuentes consultadas señalan al cambio de rol de los menores de edad: si antes eran peones de apoyo, para guardar las armas, esconder la droga o realizar delitos menores, como robos con violencia; en la actualidad, son esos niños los encargados de ejecutar, por orden de sus superiores en la organización criminal, a sus enemigos.
Existen numerosos ejemplos recientes. Estamos en la noche del 5 de febrero de 2022. La más negra de los últimos años en este tipo delincuencial. Se producen dos asesinatos; uno en Atocha, a las puertas de una discoteca, en la que todo apunta a que los asesinos eran seis menores; otro en Usera, con un colombiano de 25 años asesinado por los Dominican Don’t Play (DDP); y el acuchillamiento grave de un menor, a manos de otros tres, cuando hacía botellón con en Montecarmelo. Sicarios a las órdenes «no tanto de los ‘supremas’, sino de los líderes de los grupos, ‘capítulos’ o ‘coros’, dependiendo del argot de la banda», dicen fuentes policiales.
Y quizá el ejemplo más elocuente: el acuchillamiento y paliza mortales en abril de uno de los investigados por el crimen de Atocha y que murió a manos de siete menores de edad, en la calle de Alcocer (Villaverde). El más joven de todos, que acababa de cumplir 14 años un mes antes, es el señalado por la Policía como autor material de la muerte.