Hilo cíclico y desvirtuado:
el problema de la fuga de personal cualificado ni es exclusivo de los profesionales sanitarios ni se circunscribe a las regiones con lenguas vernáculas minorizadas. La escuálida economía española no aguantó la hostia del pinchazo burbujil y la culpa de eso no la tienen las políticas lingüísticas.
Faltan médicos en Extremadura:
https://www.elperiodicoextremadura.com/lo-ultimo/2019/12/22/medicos-familia-relevo-43938886.amp.html
Faltan médicos en Murcia:
https://www.laopiniondemurcia.es/comunidad/2018/07/28/region-deficit-400-medicos-31649909.amp.html
La región de todo el estado español con menos médicos de familia por 100.000 habitantes es Castilla la Mancha, por cierto.
el problema de la falta de personal sanitario NO se debe a las políticas lingüísticas y, para muestra, datos del INE:
Las peores autonomías son (en orden): Melilla, Ceuta, la Mancha, Andalucía, Murcia, Canarias y Baleares. Los datos son contundentes: no se aprecia ninguna relación entre políticas lingüísticas y carestía de profesionales sanitarios. Aún así, el estado español tiene otros problemas sanitarios como el ratio de enfermeros, la temporalidad del sector, la inoperancia del Consejo Interterritorial del SNS, crecimiento irracional del gasto farmacéutico, la inversión en I+D, mejorar la capacidad de coordinación con servicios sociales, más profesionales para afrontar con garantías el relevo generacional...
La capacitación lingüística se pide acorde a legislaciones como el 5/2015 del Estatuto Básico del Empleado Público (art. 54.11 y 56.2) o, más concretamente, al 55/2003 del Estatuto Marco del personal estatutario de los servicios de salud:
- Los procedimientos de selección, sus contenidos y pruebas se adecuarán a las funciones a desarrollar en las correspondientes plazas incluyendo, en su caso, la acreditación del conocimiento de la lengua oficial de la respectiva comunidad autónoma en la forma que establezcan las normas autonómicas de aplicación