Hace más de una década, tener un coche era un símbolo de libertad, autonomía y también una forma de identidad. Cuando los jóvenes alcanzaban la mayoría de edad, una de sus máximas aspiraciones era sacarse el carné de conducir. Sin embargo, este patrón está cambiando debido a la transformación de la sociedad.
El descenso de la natalidad, la crisis económica y los nuevos hábitos de la juventud son algunas de las causas que han provocado una disminución de la expedición de licencias. Según datos de la DGT, en 2008 se registraron un total de 873.587 permisos nuevos, mientras que esta cifra bajó hasta los 358.282 en el año 2017.
Y los más jóvenes son los que están perdiendo más el interés por la conducción. Así lo señala un estudio elaborado por la plataforma de movilidad compartida Uber y del que se ha hecho eco la agencia Europa Press. Dicho informe indica que el 58% de la generación Z (personas nacidas a partir de 1995) se ha sacado el carnet de conducir, frente al 81% de los baby boomers (entre 1946 y 1964). Este último grupo es el que tiene mayor porcentaje de población con carnet de conducir. Se sitúa por delante de los pertenecientes a la Generación X (1965-1985), cuyo porcentaje de personas alcanza el 78%, y los millenials (1985-1995), de los cuales el 74% tiene licencia para manejar vehículos.
Las estadísticas muestran que cada vez es mayor la edad con la que los jóvenes se sacan el permiso de conducir. Generalmente, lo hacen por motivos de necesidad: al inserirse al mercado laboral o cuando hay la intención de formar una familia.
Seis de cada diez personas que carecen del carnet de conducir (el 69% en el caso de los millennials) explican que no quieren sacárselo porque disponen de otras alternativas para desplazarse por su ciudad: transporte público, taxis, vehículos de transporte con conductor (VTC) y otras opciones de micromovilidad, como las bicicletas y los patinetes eléctricos. De hecho, estos vehículos de movilidad personal (VMP), regulados desde el 2 de enero de 2021 con la entrada en vigor de la modificación del Reglamento de Circulación y Vehículos, han proliferado por las calles.
Tanto es así que el informe La bicicleta y el patinete en tiempos de pandemia en las zonas urbanas españolas, realizado por la Red de Ciudades por la Bicicleta, señala que más de un millón de españoles se han incorporado en el uso de estos medios de transporte sostenibles. Concretamente, la bicicleta ha ganado 700.000 usuarios, mientras que patinete ha añadido 370.000.
Otros motivos por los que los millennials descartan obtener el permiso de conducción son la amaxofobia (36,5%), el elevado coste de compra y mantenimiento del coche (25%), el precio del carnet (22%), que ya conduce otra persona (20%) y la falta de tiempo(15%).
Si ponemos el foco en las opciones de movilidad preferidas por los usuarios para desplazarse a su centro de trabajo o de estudios, el coche propio (52%) predomina entre la población de mayor edad, mientras que los menores de 40 se inclinan por el metro y el autobús.
En cuanto a los desplazamientos de ocio, la mayoría de los encuestados asegura elegir VTC, aunque los más jóvenes (de entre 18 y 25 años) siguen recurriendo al transporte público, que es más económico.
Los principales motivos por los cuales los usuarios no utilizan el coche privado para este tipo de desplazamientos son: la pérdida de tiempo que implica buscar aparcamiento (60%), el desembolso económico que supone aparcar en un parking (58%) y las restricciones al vehículo privado en ciertas áreas de la ciudad (31%).