Quería abrir este hilo para tener un debate serio, tranquilo y a poder ser no partidista (pues no aplica) por si acaso hay alguien que pueda convencerme de que aún queda un camino por explorar como individuo y como pueblo para sostener la democracia. Incluso si no tuviera ninguna garantía. Pero realmente no se si es posible.
Como tantos, tengo cierta congoja estos últimos días que va a más por la situación de España, de su estado de derecho y de sus ciudadanos entre los que me incluyo. Hace años que no sigo la política ni las noticias ni debato política en este foro que tanto usé más de joven. He acabado cansado y se que no era la posición correcta. Pero algo dentro de mi me impide seguir con esta posición pues me estoy sintiendo atacado y empezando a violentar porque me siento indefenso entre la espada y la pared. No es un sentimiento totalmente nuevo, pues las costuras a nuestra democracia se las llevo viendo hace mucho tiempo y en gran medida son las que me hicieron ponerme de lado. Pero creo que muchos hemos llegado al punto de encontramos con que se nos ha otorgado o puesto sin querer, en una posición última de sostener tal vez el último imperativo moral que hace sostener una democracia y nuestra libertad. Y aquí es únicamente mi punto del debate, no es sobre una postura política. Ese tren salió hace tiempo para todos.
Creo que nos hemos encontrado en una posición en la que la clase política ha acabado con la democracia liberal, y ha establecido un régimen aristocrático. Ellos y entre ellos han puesto negro sobre blanco que están en la práctica por encima de la ley e incluso al no preguntarnos al resto, que su "moral y virtud" también está por encima de la nuestra. Tal vez ya fuera así, pero ahora nos lo han dicho a la cara y sólo nos queda decidir si aceptamos ser sus vasallos o queremos seguir siendo ciudadanos.
Hemos perdido las formas y la clase política va a cara descubierta contra su pueblo. Ya no es una cuestión de espectro político, ni de interpretación o ni siquiera de "la esencia" de la interpretación. Es una cuestión de negro sobre blanco, los políticos han conseguido poder engañando a su pueblo y a calzón quitado, van a actuar en contra de los deseos de la mayoría del mismo para perpetuarse en el poder. Estableciendo una organización con criminales de facto. Usando su poder para perdonarles delitos por conveniencia. Delitos que son (o eran) además, el atentar contra el ordenamiento jurídico y el interés de los ciudadanos mediante la malversación de fondos públicos y la prevaricación. Cuando digo mayoría lo digo en sentido literal porque afortunadamente, a muchos les ha sonado también la campana. Por fin.
Es ante esta situación en la que planteo la pregunta del hilo.
Podría poner una denuncia y confiar en la justicia para llevar ante los tribunales a las personas partícipes de esta situación, en la que han establecido distintas categorías de españoles. Los que sirven a su fin, y los que no. Pero; hoy mismo me han demostrado que incluso si llegara a buen puerto y realizara un logro que es y era casi imposible; que es que algún juez me aceptara a trámite una denuncia contra el ejercicio de la función pública, llegara a algún tribunal que tenga ganas de pelear posiblemente en contra de su interés personal y llegara a una condena. Se amnistiarían entre ellos. La vía judicial de facto, ya no es un arma para mi ni para ningún español para hacer frente a los aristócratas.
No tengo modo de hacer desobediencia activa y dejar de financiar al sistema con mis impuestos. No tengo el poder de no-pagar impuestos salvo una mínima parte de ellos, que no llevaría nada salvo al fin de mi nimia resistencia. Debido a que son ellos, los aristócratas, los que ostentan el poder y la "legitimidad" de la violencia. Aun queriendo, no puedo dejar de pagar el diezmo.
Soy muy pesimista con la manifestación popular. Maldita sea, si no hay ninguna mayoría social ni suficiente en las urnas para hacer esto y lo están haciendo igual. Que me hace pensar que ponerme de pie en una calle va a llevar a ningún sitio. Es además la propia aristocracia la que va a usar el poder no ya de la violencia - que tambíen - sino para desacreditarme, insultarme y echar a parte del pueblo en mi contra mientras permanezca de pie. Una parte importante de mi propio pueblo que ha aceptado el vasallaje creyendo, sabiendo o ignorando lo que están haciendo. Están usando mi propia moralidad y bondad en mi contra sabiendo (o creyendo) que no actuaremos y caeremos en silencio por evitar un conflicto.
No hay ningún debate político, ni moral. Se ha roto la baraja y aun así me quieren ganar la mano. Negro sobre blanco estamos los que defendemos la igualdad de todos los españoles ante la ley, y los que no. Los que creemos en la voluntad de las mayorías y los que no. Los que creemos en que el fin no justifica los medios, y los que no. Los que creemos en que las instituciones deben guardar al menos un mínimo de decencia en las apariencias, para que al menos los perros como yo sin ganas de ladrar sigan así - que me roben y me jodan, pero lo justo- , y los que no. Nunca había sentido el estar en el "lado bueno de la historia". Hasta ahora. La ley es sólo un escudo cuando es para todos. Cuando no es así, es un arma apuntando a la cabeza de los que no pueden ampararse en ella. Hemos pasado la línea roja.
De verdad lo pregunto ¿Cuál es la alternativa? ¿Cuál es nuestra "legítima defensa"?
No quería de verdad desahogarme, esperaba de verdad una respuesta que yo no conozca. La resignación para mi, no lo es. Perdón por el tocho.