Verónica García llegó el miércoles a su casa de verano en Almería y se encontró con un cartel de la inmobiliaria Solvia que decía que estaba a la venta, las cerraduras cambiadas y el interior de la vivienda totalmente vacío. La casa es propiedad de la familia García desde 2012 y los padres de Verónica habían estado ahí hace tan solo dos meses. "No entendíamos qué estaba sucediendo", comenta la joven.
En ese momento, Verónica y sus padres acudieron a la policía local que les dijo que "no podían hacer nada" sin un certificado de propiedad. Horas más tarde, y ya con el certificado, consiguieron abrir las puertas para encontrarse con una casa totalmente vacía. "Se llevaron todo, hasta las fotografías personales", comenta Verónica. La policía capturó imágenes para el registro y les dijo que en ese momento "no se podía hacer nada más". Para este entonces ya era cerca de media noche y la familia tuvo que dormir en un hotel.
Los propietarios de la vivienda de dos habitaciones tenían pensado pasar el verano en Almería. Verónica quería aprovechar el tiempo para estudiar y "estar más tranquila", ya que padece problemas de salud.
Desde entonces, la familia ha presentado ya una denuncia formal ante el Ayuntamiento de Garrucha, la inmobiliaria y ante la Guardia Civil. Llevan dos días esperando una respuesta por parte de Solvia y temen tener que recurrir a la vía jurídica para resolver el problema. En el Registro de la Propiedad les han dicho que lo ocurrido es "totalmente ilegal" y que, en caso de un embargo real, deberían de haber sido notificados.
El padre ha llamado a la inmobiliaria haciéndose pasar por un supuesto cliente interesado en la propiedad, y la persona que le ha atendido ha confirmado que la propiedad se encontraba en el listado de la empresa. Cuando este se identificó como el propietario de la vivienda, le han dicho que todo era "un error" y que se pondrían en contacto con ellos "lo antes posible", para resolver el problema.
Tres días después, la familia García sigue a la espera de alguna respuesta. Verónica comenta que contactarán a un abogado, pero que lo que más le molesta de toda la situación es que se han llevado "una gran cantidad de cosas de gran valor sentimental" para la familia.
Desde la compañía afirman que el problema es responsabilidad de un proveedor que "tomó mal la dirección de un inmueble" y que "se han puesto a disposición del propietario" para "encontrar una solución lo antes posible". La compañía entró por error en una vivienda que no se correspondía con la dirección a embargar, retiro los enseres personales y colgó un cartel de "se vende" en la vendana.
Tiene que ser maravilloso, al nivel de la okupacion, que llegues a casa y no tengas nada por que han decidido vender tu casa por que patata.