#495 Tienes toda la razón en lo del contexto histórico y te la doy, pero la influencia de la biblia no se acaba 2.000 años, sino que la iglesia sigue siendo fuente de doctrina y moral para muchos a día de hoy y durante mucho tiempo era una parte mas del estado y afectaba directamente la vida de la totalidad de la poblacion prácticamente.
A parte de lo que pone en la propia Biblia, que da al hombre un papel y a la mujer otro, no creo que discutas que la iglesia propugna una familia tipo y que esa familia tipo es la familia tradicional, donde uno manda y otro obedece, que hay cristianos que pasan de eso sabedores de que la iglesia siempre va un par de siglos por detras de la realidad es cierto.
Pero la preponderancia masculina no solo se ve en la Biblia, sino en toda la doctrina, la mujer arrastra al hombre al pecado; en toda la estructura eclesiástica y en las declaraciones y escritos de muchos cristianos celebres, de nuevo dirás que es por el contexto histórico y de nuevo te diré que es cierto, pero también te diré otra vez que las palabras de estas personas son la ley moral para millones.
Nada hay tan poderoso para envilecer el espíritu de un hombre como las caricias de una mujer. San Agustin.
La mujer es una burra tozuda, un gusano terrible en el corazón del hombre, hija de la mentira, centinela del infierno, ella ha expulsado a Adán del Paraíso. San Juan Damasceno.
La mujer es un error de la naturaleza, nace de un esperma en mal estado. Santo Tomas de Aquino.
Los hombres tienen hombros anchos y caderas estrechas. Están dotados de inteligencia. Las mujeres tienen hombros estrechos y caderas anchas, para tener hijos y quedarse en casa. Martin Lutero, para que veas que no es coto privado del catolicismo.
Y dos pasajes del nuevo testamento que lo mismo alguien ya ha puesto:
Primera carta de Pablo a los Corintios, 14;34-35: Vuestras mujeres estarán calladas en las reuniones, porque no les está permitido hablar, sino que estarán sujetas a la Ley: Tu voluntad será sujeta a tu marido, a él obedecerás. Si quieren aprender alguna cosa le preguntarán en casa a sus maridos, porque es una cosa deshonesta que hablen las mujeres en la congregación.
Primera carta a Timoteo, 2:11-12: «La mujer aprenderá en silencio, con toda sumisión. No le permito enseñar a la mujer, ni que domine al marido, sino que permanezca en silencio.»