Él comité de expertos (huehuehue) que ha reunido el ministerio de hacienda (spoiler, de ese comité se han largado todos los expertos independientes porque denuncian que lo único para lo que les querían era para dorarle la píldora a la ministra de hacienda, así que solo se han quedado los lamebotas del gobierno) está apunto de entregar el informe que seguirá el ministerio de hacienda para subir los impuestos al diésel, la gasolina y los billetes de avión.
Aparte de muchos otros, que vamos a flipar, pero fijémonos en los del transporte.
Todo se basa en que contaminamos mucho y que hay que igualar los impuestos a los europeos. Con nuestros sueldos, no con los de Francia u Holanda.
La subida de la fiscalidad del diésel y la creación de un impuesto a los billetes de avión son dos de las medidas tributarias que lanzará el ministerio de hacienda. El informe del comité de expertos que ha designado Hacienda para que le asesore en la reforma fiscal va a suponer un apoyo al Ministerio para lanzarlas. La ponencia sobre fiscalidad verde recoge estas medidas y ofrece formas de compensación, ya que las considera regresivas, pero no se decanta por ninguna fórmula concreta. La más urgente es la subida del diésel, que el Ejecutivo ha comprometido para antes de junio de este año y sobre la que Hacienda ha corrido un tupido velo en los últimos meses.
se parte de que los gravámenes sobre el diésel y la gasolina están muy por debajo del nivel medio de Alemania, Francia, Italia y Reino Unido. Se propone la equiparación, lo que puede hacerse de una vez o en etapas
Una subida del diésel para equipararlo a la gasolina estaba en el programa del PSOE. No entró en los fallidos Presupuestos de 2019 porque no era del agrado de Podemos. Finalmente, sí se incluyó en los Presupuestos de 2021, pero se cayó en la negociación de enmiendas a instancias del PNV y Ciudadanos. Con el objetivo de recaudar 500 millones de euros, el tipo impositivo pasaba a 34,5 céntimos el litro, frente a los 30,7 céntimos actuales, aún por debajo de los 40,07 céntimos con que está gravado el consumo de gasolina. Esto suponía un incremento de 3,8 céntimos por litro, 38 euros por cada mil litros, o lo que es lo mismo, 3,45 euros más al mes para un consumidor que haga unos 15.000 kilómetros al año, algo más de 41 euros al año.
En lo que respecta al impuesto a billetes de avión, Hacienda emprendió el proyecto justo antes de la pandemia y el impuesto, propuesto por Transición Ecológica, llegó a estar en consulta pública, pero con la crisis del coronavirus se paralizó. Este impuesto, que tienen en vigor Francia, Alemania y otros países, ha sido estudiando por uno de los expertos, Xavier Labandeira, catedrático de Economía de la Universidad de Vigo experto en fiscalidad medioambiental, que analiza distintos escenarios que van desde un impuesto medio de 2,94 euros por pasajero en los vuelos domésticos y 9,06 euros en los vuelos internacionales para recaudar 900 millones, a 5,43 euros en los vuelos domésticos y 16,76 euros en los vuelos internacionales para reunir 1.500 millones, con posibilidades intermedias de gravar corta distancia con 4,47 euros, media, con 23,32 euros y larga, con 41,99 euros para recaudar 1.300 millones. El Plan de Recuperación se compromete de entrada a "revisar la fiscalidad del sector aéreo para actuar sobre las emisiones de esos sectores".
Y sobre los “expertos”