1a, 2a y 3a parte aquí
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"Sueños" 4a parte
Siempre creí que los hombres buenos poblaban este planeta. Me miro al espejo mientras sostengo la maquinilla de afeitar, observo los pelos mezclados con la espuma y siempre viene a mi memoria el mismo pensamiento, cada pelo arrancado es un alma perdida o un hombre bueno muerto. Entonces enjuago el utensilio y les veo perderse en la nada, en el sumidero del olvido.
Cada vez somos menos. La persecución comenzó en mi país hace ya dos largos años, desde entonces las circunstancias me han obligado a cortar, como lo hace mi maquinilla, la vida de treinta y dos hombres.
La mayoría de la gente pone nombres al miedo, a lo desconocido, aquello que arrebata sus momentos de paz y distorsiona sus vidas pobres y sin sentido. Si pudieran ver, probablemente morirían al instante de terror. Los gobiernos ocultan verdades que salen a la luz en forma de circulos concéntricos en la hierba, chupacabras y un largo etc... de seres que estan fuera de nuestro raciocinio.
Desde la antigüedad todo tipo de seres mitológicos han poblado nuestros sueños y nuestros momentos de pánico. Como resultado, religiones, sectas, charlatanes de todo tipo y un sin fin de desalmados han obtenido poder y riquezas basadas en la ignorancia.
Pero existe justicia, no del modo en que nosotros aprendimos a administrarla y a acatarla. Quizá el ejemplo más adecuado sería decir que todo aquel que osa distorsionar las leyes naturales y de convivencia aquí, pierde automáticamente su puesto al otro lado. ¿Tan sencillo como eso? Puede pensarse, y mi respuesta siempre es la misma, tan dificil como eso.
Mientras me dirijo al centro de Londres, la gran Babilonia del siglo veinte, he pasado por Kings Road, y me han asaltado los recuerdos. Hace sesenta y tres años esta calle yacia en ruinas y en silencio tras los bombardeos nazis en la segunda guerra mundial, mi primera visión justo aquí, rápida, concisa, aun fluye clara por mi mente. Días de sombras para el hombre.
Los visionarios hemos sido perseguidos al cabo de la historia por todos aquellos que se han arrogado el derecho de gobernar y tiranizar a las demás naciones. Al principio eramos simplemente eso, videntes sin más, con la capacidad de predecir y proteger el futuro. Con el paso de los años todas las facciones envueltas en esta guerra sin fin han tratado de buscar y captar a los videntes, entrenandoles no solo para saber interpretar aquello que ven, también para defender aquello en lo que han aprendido a creer.
Las puertas estan a punto de abrirse, yo lo he visto, y como yo otros. Al igual que los grandes conquistadores la buscaron, pasando por el gran Alejandro, Cortez, Pizarro por citar algunos, y el último de los grandes que desvió su camino debido a las predicciones erroneas del hombre que fue a la vez su vidente y su amante, Hitler.
Grandes secretos duermen en los portafolios.
Despues de casi sesenta y cinco años nadie había vuelto a oir hablar sobre “El custode” y sus implicaciones en esta guerra entre los enemigos eternos. Las facciones opuestas han detectado en España, mi país de origen, la puesta en marcha de determinados mecanismos de seguridad atípicos, a no ser que se trate del mismisimo “Custode” en persona. Los movimientos por medio de los videntes han puesto en escena por el momento a tres facciones de las cuales dos son enemigas y una en la que supuestamente se refugia el custode, amiga.
Hasta el momento no he tenido una visión clara de mi encuentro con el padre Antonio Salazar uno de los grandes comandantes de los caballeros pobres de Cristo, solo han llegado a mi conciencia pequeños flashes en los que mi intuición me advierte sobre un peligro inminente.
Mi nombre es Tormento, probablemente mi afeitadora segara mas vidas hoy, lo presiento.
21 de Mayo de 2006
Chelsea, Londres
23:00 m.c.
Padre ¿Esta seguro de que vendra? Me refiero a que Tormento no es un nombre muy común para un vidente, y hace mucho frio aquí – Carlos frotó sus manos una contra la otra tratando de entrar en calor, mientras el vaho abandonaba su boca en forma de nube espesa - ¿Ya tendría que haber llegado? ¿No es así padre?
Salazar miró al chico una vez más, ahora su cara dibujaba una mueca de desagrado ante las incesantes muestras de desesperación por parte de Carlos – La paciencia es una virtud – Carlos ahora le miraba disgustado – No he leido esa frase jamás en la biblia padre – Salazar sonrió levemente con aire de condescendencia – Probablemente porque fue Shakespeare quien la citó.
El padre Salazar, apretó el puño sobre la USP, su instinto le decía que algo no iba bien, dio un rápido vistazo alrededor hasta que fijo su vista en un punto en el que la niebla no dejaba pasar ni siquiera el aire. Antes de poder reaccionar las seis figuras se materializaron tras la espesura. Salazar notó como Carlos daba un bote debido a la sorpresa y ante el terror que aquellos personajes con sus gabanes y sombreros negros producían. El hombre que comandaba el grupo extrajo cerillas de su bolsillo y encendió un cigarrillo mientras mantenia su cara oculta en la sombra bajo su sombrero. El tipo dejó escapar el humo de sus pulmones que se unio a la ya densa niebla – ¿Has rezado tus oraciones hoy padre? – Carlos sintió que los nervios le traicionaban, sus cuerdas vocales no repondían y solo un extraño sonido gutural se escapaba por ellas, La voz que escuchó a continuación le desconcertó, sobre todo porque no esperaba oir a alguien hablando en español en medio de la nada de una de las ciudades más cosmopolitas del mundo.
Parece que los perros han salido a cazar, lastima que la pieza tenga guardian – El padre Salazar ahora sonreía aliviado y preparado para usar su arma, Carlos aun poseido por el pánico miraba a la figura que se había unido a la fiesta, sin dejar de quitar ojo a las seis figuras que se mantenian ahora en una extraña formación defensiva.
¡Vaya frase de mierda!. ¿Si ha rezado sus oraciones? Es eso lo que os enseñan perros, no se les puede pedir más a los esbirros del mal. Veamos ¿Cómo quereis terminar esto, tengo frio y se hace tarde? – Los cinco esbirros que se mantenían un paso atrás movieron al unisono sus gabanes y desenvainaron todos sus sables, la poca luz que la niebla no absorvía se reflejó en ellos y pareció ser absorvida casi instantaneamente por las hojas – Tan bocazas como tus maestros vidente, quizá no vivas un día más para ver la luz de la que te alimentas – Tormento movió su gabán dejando al descubierto su espada , frunció el seño con aire de condescendencia – Me lo temía. Padre, yo me encargo...
Continuará
Gracias a todos como siempre, si veis faltas me lo decis y las edito, nadie es perfecto, un saludo a todos 
