Siempre había pensado exactamente lo mismo de México que Dracolectro, pero yo no soy mexicano ni he estado nunca ya. Lo mío era todo una suposición, un prejuicio.
Tampoco me alegro si se comen un terremoto de 8, pero que ese país necesita empezar de cero es evidente. Un país que tiene 13 de las 50 ciudades más peligrosas del mundo y en el que el dinero del narco empapa a todos y cada uno de los estratos de la sociedad sin distinción, no puede salvarse con un par de reformas. Ahí se necesita una limpia de las buenas.