No sé si tengo la suficiente fuerza para compartir la situación por la que he pasado hace unas horas, pero creo que es necesario para sacarlo de mi sistema.
Resulta que estaba en mi puesto de trabajo en una ETT (Recepción, contabilidad, nóminas, administración, etc...) desde donde puedo ver a la gente pasear con sus hijos, sus mascotas o con sus parejas y justo sobre las 18:00, apróximadamente, he sido testigo de una de las escenas más bizarras de mi anodina vida:
Dos personas aparentemente normales, con las que te saludas a diario y no crees que sean capaces de este tipo de cosas, paseaban con sus respectivos perros (uno pequeñito y uno grandote) y parece que la diosa infortuna quería que se cruzasen y se armase la de Dios es Cristo.
El perro pequeñito ha cruzado miradas con el grandote y parece que al segundo le ha parecido que le ha mirado mal y ha empezado a ladrar, saltar hacia el perro pequeñito e incluso morder.
La gente, gustosa de un buen show, que pasaba por ahí se empezaba a amontonar para preocuparse por el perro pequeñito pero este yacía muerto en el suelo ante las lágrimas de su dueño. Segundos después, el dueño del perro pequeñito, ávido de venganza, saca una pistola y le vuela los sesos al perro grandote y, a continuación, le propina dos tiros al dueño del perro grandote matándolo en el instante.
La gente corría hacia todas direcciones y yo estaba escondido debajo de mi escritorio siendo testigo de una escena que va a ser difícil olvidar. El dueño del perro pequeñito seguía llorando la muerto de su mascota y al rato ha llegado la policia y lo ha detenido al entregar el arma.
Ahora tengo que testíficar pero espero que el dueño del perro pequeñito no vuelva a ver la luz del sol. No podemos tener a gente tan impulsiva merodeando por las calles.
Es increíble como te puede cambiar la vida en un segundo..