El dueño de un bar pagará una multa de 6.000 euros con monedas de un céntimo
Gregorio Heras considera injusta la sanción que se le ha impuesto por tener trabajando a una rumana sin la documentación en regla.
"¿Cuántas cañas hay que servir para pagar una multa de 6.000 euros y un céntimo?". Es la pregunta que Gregorio Heras se hace desde que el Ministerio de Trabajo le denunció por tener contratada en su bar a una joven rumana cuya situación en España era irregular. Condenado por el Juzgado de Primera Instancia, Gregorio ha recurrido la sentencia y está a la espera de la resolución definitiva.
Si al final se le condena a pagar la multa, lo hará con el más de medio millón de monedas de un céntimo y de dos que ya está acumulando en una hucha que ha puesto en su bar, Casa Goyo. Los clientes hacen su pequeña aportación a la venganza de Gregorio que lo hará a modo de protesta: "Pienso ir a pagar la multa a la ventanilla con todas las monedas". Empezó a recaudar el dinero hace apenas dos días, y ni siquiera sabe cuánto lleva.
Como tantos inmigrantes llegados de manera ilegal a España, Sonia (nombre ficticio) trabajó durante 24 horas al día, interna en una casa, cuidando a un niño español minúsvalido por un sueldo que no superaba los 400 euros.
Desesperada, acudió al bar de Gregorio en busca de trabajo. "Le pregunté si tenía papeles y contestó que no", explica el dueño. "Me contó cuál era su situación y accedí a darle trabajo". Mientras realizaba los trámites de regularización, Gregorio empleó a Sonia "en período de prueba". Fue entonces cuando dos inspecciones constataron que Sonia trabajaba en el bar en condiciones ilegales.
"Sé que era un delito", reconoce Gregorio, "pero ya había iniciado los trámites para regularizar su situación cuando fueron las inspecciones. La Justicia debería atender a esta circunstancia antes de sancionar", concluye.
http://www.diarioadn.com/insolito/detail.php?id=23600
Pues ya sabeis, a partir de ahora una hucha y ahorrar esos centimos q os sobran. A este hombre le vale para pagar la multa, a nostoros ¡Quien sabe!