Nunca entenderé porqué no lo intentaste una vez más, como tú querías tan solo unos días atrás. Y atrás es donde miro cuando pienso que he compartido mi vida y he pasado los momentos más felices de mi vida contigo, y que a pesar de ello no te plantees siquiera el seguir adelante, es la posición más cobarde que se puede elegir...
Me comporté como un cerdo en San Juán y en esos días posteriores también, aunque tú decidiste perdonarme, y tú misma elegiste tenerme en tu vida, como tu pareja, y vaya si lo fuimos, cómo me lo creí...No puedo expresar con palabras el enorme dolor que siento al despedirme de ti, pero espero que sientas al menos una décima parte de ello, que para mí no eres una novia cualquiera, una persona cualquiera, una relación cualquiera...y eso nunca lo has acabado de comprender.
Pienso en todo lo vivido y aún me remuerde la conciencia de si podría haber hecho algo para salvar lo nuestro, pero la verdad es que elegiste tú, porque salvación tiene si la buscas, si lo intentas, si lo quieres o si lo amas, como yo a ti y como creo que tú me has demostrado no hacerlo, sí, no me amas, y tampoco me quieres, porque bajo razonamiento no podrías despegarte de mí tan fácil como lo has estado haciendo estos días.
Es un mensaje lleno de odio el que te mando, resentimiento, rencor y el más profundo amor que puedo expresar con palabras. Te odio y amo tanto a la vez que es estúpido pensarlo.
Me niego a creer que esto no se pudo remediar, que tu autoconvencimiento por que pudieramos seguir pero acabaríamos discutiendo es una hipótesis absurda, que la realidad no tiene porqué asemejarse al pasado y que joder, habría dado mi puto corazón en un puño por ti, y solamente por ti.
Sigo echando la vista atrás y no se en qué momento se volvió tan insoportable lo nuestro para que no tengas más ganas de nada, de mí, de todo lo nuestro, que tengas más ganas de abandonar con todo lo bueno que hemos pasado pensando que lo malo supera esas vivencias que para mí, lo han significado todo.
De verdad y ojalá así sea que me eches de menos como para que te arrepientas de esto y que quede como una pesadilla que nunca ocurrió, aunque tú y yo sabemos que sí, y que aunque te escriba desde mi odio y mi desprecio hacia tu decisión, te amo como no he amado. Amado como habría amado a nuestro bebé y a cualquier cachorro que hubieramos tenido y que no me diste la oportunidad de darte, ninguno de ellos...
Me despido no deseándote lo mejor porque me parecía que eras tú y resultó ser un gran dolor eterno. Adiós.
Ese es el último mensaje que mandé a mi exnovia hoy mismo. Y ahora la pregunta es...¿qué hago con mi vida?, lo he imaginado todo a su alrededor, y tengo un dolor que no había sentido nunca antes..¿tiene fácil fin o siempre estará?, consejos y burlas, adelante.