Extractos de un artículo en Medium.com que habla de algo a lo que que, tarde o temprano, van a tener que meterle mano:
La violencia de género es por definición, el maltrato físico o psicológico que afecta de manera negativa sobre la identidad, el bienestar social, físico o psicológico de la mujer. El 2017 ha dejado a 48 mujeres muertas a manos de sus parejas sentimentales, cifras realmente alarmantes. Esta es una realidad que todos conocemos y por la que se lucha cada día para detenerla. Pero ¿qué sabemos del maltrato que sufren los hombres por parte de las mujeres? ¿qué conocemos de la desigualdad que genera la Ley Contra la Violencia de Género entre hombres y mujeres? ¿hasta que punto tenemos conocimiento sobre las denuncias falsas por maltrato?¿cómo afrontamos las cifras de varones muertos al año por violencia de género? Estos sucesos permanecen en la sombra, oscuros y silenciados, ocultados como si no existieran.
Esto lo lleva diciendo Erin Pizzey desde los 70's:
Fernando Chapado, doctor en psicología y director de la Asociación Custodia Compartida, afirma que el maltrato que más sufre el género masculino es el psicológico. Esto significa que tanto hombres como mujeres pueden ser víctimas y maltratadores, sin distinción de género. El psicólogo declara: “ Todo el mundo en potencia podemos ser maltratadores en función de las circunstancias”.
El doctor ha realizado una encuesta, para descubrir la cantidad de personas que, en algún momento de su vida, se han sentido maltratadas por el género femenino. En ésta ha obtenido 1057 respuestas de hombres y mujeres lesbianas de todo el mundo. Con este estudio ha demostrado que el 80,4% ha tenido una relación conflictiva y que el 62,1% ha sufrido problemas judiciales por la misma. Porcentajes realmente altos, teniendo en cuenta que socialmente la violencia ejercida por mujeres no existe.
Si una mujer percibe una demanda por maltratar a un hombre, ésta puede contraponerla y, al estar protegida por la Ley Integral Contra la Violencia de Género, el cónyuge será detenido durante 72 horas y se abrirá una investigación en su contra, que le obligará a abandonar el hogar familiar. Además, no podrá solicitar la custodia compartida de sus hijos y tampoco obtendrá ningún tipo de prestación pública.¿Esto es justicia? Carmen Sánchez, presidenta de la Asociación Despertar Sin Violencia y víctima de maltrato, opina que no y asegura que “los hombres no quieren denunciar porque piensan que no pueden hacerle eso a la madre de sus hijos. Además socialmente están más discriminados, por tanto, es lógico que se sientan avergonzados”.
Es el dinero, estúpido:
La Ley Integral Contra la Violencia de Género ofrece una subvención a las mujeres, independientemente de que hayan sufrido maltrato o no. “Con el simple hecho de decir que lo han soportado es suficiente, aunque el hombre no sea condenado”, declara la abogada. Se les concede la RAI (Renta Activa de Inserción) que son 426€ que pueden cobrarse durante 2 años. Esta subvención convierte en un negocio el problema de la violencia de género y perjudica gravemente a las mujeres que realmente están siendo maltratadas, ya que la multitud de denuncias falsas taponan las verdaderas.
Cada vez que en España se gestiona una denuncia por malos tratos, sea falsa o no, el Gobierno recibe 3200 euros de subvención de los fondos europeos. La recepción de este dinero alienta la interposición masiva y sistemática de denuncias por violencia de género, sobre todo vinculadas a procesos de separación y divorcio. A esta situación se la conoce como la Industria del Maltrato y es fácil entender que el Estado promocione de forma desmedida las denuncias por malos tratos, ya que se trata sin duda de un negocio rentable. “Mientras siga habiendo intereses económicos, el país jamás va a considerar otro tipo de violencia que no sea solo hacia la mujer”, denuncia Sánchez.
Otro aspecto que evidencia que el maltrato se está convirtiendo en un negocio es que a pesar de disminuir el número de hombres condenados, el número de mujeres perceptoras de RAI se incrementa.
“Las asociaciones feministas están subvencionadas con fondos públicos y cuantas más denuncias y procedimientos se interpongan mas subvenciones reciben, por eso alientan a las mujeres a denunciar a pesar de que muchas no hayan sufrido malos tratos”
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No se puede saber a ciencia cierta el número de denuncias falsas que se realizan. Sin embargo, en 2016 el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) presentó un informe que exponía 142.293 denuncias por violencia de género. De estas, más del 45% se cancelaron por falta de pruebas y el 12% terminaron en sentencia condenatoria y menos del 3% en condena absolutoria. El gran número de denuncias que no llegaron a recibir sentencia reflejan que las denuncias falsas son más frecuentes de lo que parece. “Si sigue muriendo el mismo número de mujeres y se incrementa el numero de denuncias, por estadística, las denuncias falsas están tapando a las verdaderas”, manifiesta Fernando Chapado.
Artículo completo: https://medium.com/@DaniJdc/una-realidad-silenciada-409366125e62