Todo ocurrió sobre las 20 horas. Los dos jóvenes, de origen ecuatoriano, se encontraban en la calle Mariá Canals, una travesía de la calle Aragón, frente a la Escuela Idiomas, cerca del bar Güell. Allí la pareja se estaba dedicando a romper retrovisores de distintos coches.
La Policía Nacional sospecha que alguno de los propietarios de los coches afectados habría visto a los jóvenes rompiendo retrovisores, por lo que habría bajado, junto con varios acompañantes, y les habría pegado la paliza.
Poco les ha pasado, que te rompan el coche como cobardes es de ser mierdas humanas, hay un dialogo en una peli que lo explicaba muy bien