Todo esto se puede explicar sin tener que tirar de esoterismos difícilmente demostrables. Veamos...
Una persona extremadamente ambiciosa y hambrienta de poder es un individuo cuyo hilo conductor son sus propios miedos. Alguien que necesita controlar a su entorno hasta el punto de tener que someterlo a sus dominios es una persona que vive aterrada. Son hombres y mujeres con vacíos existenciales acojonantes cuyas vidas se apoyan en el miedo ajeno. Es su alimento, su combustible para poder dominar al resto. Y no nos equivoquemos, no. Estas personas no son solo políticos, líderes de instituciones religiosas, banqueros y cabecillas de multinacionales y corporaciones. Estas personas están en todas partes: puede ser nuestro vecino, nuestros conocidos, nuestros amigos y familiares e incluso nosotros mismos. Desgraciadamente el miedo social está impregnado por todas partes y todos, quien más quien menos, lo experimentamos. Supongo que es la herencia genética y ambiental de nuestros antepasados... el instinto de supervivencia.
¿Y cómo puede uno cambiar algo así? Pues teniendo en cuenta que la tiranía se sustenta gracias al miedo ajeno, la única forma de erradicarla es siendo lo opuesto al miedo en la medida de lo posible. Algunos lo llaman amor, otros la luz y otros simplemente la fe en el buen hacer. Si nos detenemos para observarnos a nosotros mismos y hacemos un trabajo introspectivo nos daremos cuenta de la ingente cantidad de pensamientos y acciones que llevamos a cabo a lo largo del día donde el miedo es el protagonista, el que lleva las riendas. Es un derroche energético brutal.
Vi una película hace unos años en la que figura un fragmento que resume muy bien lo que he querido expresar. Es en un contexto social determinado, el conflicto entre nazis y judíos, pero se puede extrapolar a todo:
Al margen de esta breve explicación (que no deja de tener relación con lo que voy a decir ahora) yo creo que el hombre tiene los conflictos sociales que tiene porque su consciencia social no ha crecido acorde a su entorno social; me explico: en una familia o pequeña tribu es realtivamente sencillo para un hombre el ver a sus integrantes como parte de si mismo, como un nucleo al que hay que cuidar y amar donde todos y cada uno de sus integrantes son importantes. Pero cuando cuando la familia o la tribu crece o se une a otras familias y tribus es difícil mantener esa consciencia de cohesión. Aparecen los miedos. Es algo natural que esta íntimamente relacionado con nuestro instinto de supervivencia pero creo que si queremos cambiar tenemos que ser conscientes de ello.
Aquí os dejo una escena de Apocalypto que ejemplifica lo que acabo de contar:
Parte 1: http://www.youtube.com/watch?feature=player_detailpage&v=81Kh5fNX27k#t=500s (min 8:20)
Parte 2: http://www.youtube.com/watch?v=mWA7-QgiuGY&feature=relmfu (del min 00:00 hasta el 4:15)