“Me dijo: ‘'vete a casa, solo he venido a matar turistas”
El joven Ibrahim El Ghoul, de 18 años, escuchó tiros y gritos en la playa de Susa, en Túnez. Trabaja al lado del hotel Imperial Marhaba, donde acababa de entrar un terrorista que terminaría con la vida de 38 personas. Eran las once y media de la mañana del viernes. Al día siguiente, frente a la puerta trasera del hotel Imperial Marhaba, la que da al mar, sólo hay decenas de tumbonas vacías, un ramo de flores y muchos periodistas. Allí es donde Ibrahim cuenta cómo le perdonó la vida el terrorista al oírle hablar en árabe.
“En la arena había muchos muertos y otros heridos. Y en el agua vi a una familia de cuatro británicos gritando, muy nerviosos. El terrorista entró hacia la piscina del hotel, muy tranquilo, y yo me puse a sacar a los británicos del agua. Los subí a una lancha que saqué no sé de dónde. Al rato salió el asesino del hotel y nos apuntó. Y yo cubrí a los extranjeros con mis brazos y le dije en árabe que no disparara. Al escucharme hablar en árabe bajó el fusil y se fue caminando tranquilamente”.
Ibrahim asegura que en ningún momento el integrista intentó huir corriendo. “En la playa había muchos tunecinos, por lo menos treinta. Lo insultaban, le decían que les disparase a ellos. Y él se quedó mirándoles un rato y sonriendo, con el Kaláshnikov en una mano. La gente empezó a perseguirle y a tirarle piedras y otros objetos. Pero ninguna piedra le alcanzó”.
Ibrahim Ghoul trabaja en una empresa que se dedica a pasear a los turistas en paracaídas a lo largo de la costa. “Cuando vi que se alejaba por la arena, cogí una moto acuática y llegué hasta donde estaba él. Me daban ganas de golpearlo. Para mí, matar a toda esta gente es como si mataran a mis huéspedes. Pero, cuando estaba a solo tres metros de él, me dijo: “Vete a casa. No he venido aquí para matarte a ti, sino a los turistas. Se volvió, caminó un poco y en ese momento la policía le disparó y lo mató”.
http://internacional.elpais.com/internacional/2015/06/27/actualidad/1435392217_730014.html
Una noticia más donde vemos que no se trata de una guerra de religiones, aunque algunos se empeñen. Tunecinos, como no podía ser de otra manera, oponiéndose a la barbarie del Estado Islámico. Jugándose la vida contra el fanatismo.