La ordenanza local considera que mear en la playa es una falta de tipo leve y, como alternativa, ofrece servicios públicos repartidos en los arenales que cuentan con bandera azul, con el objetivo de que los bañistas hagan uso de ellos. Entre las preguntas más compartidas está la de cómo y quién identificará al que orine en el agua. “Aún no se sabe”, dicen periódicos lusos. Los portugueses sí advierten de las consecuencias que afrontarán sus ciudadanos si hacen pis en las playas de Vigo, como la de Samil, uno de los arenales más elegidos por los visitantes del norte de Portugal.
Otras infracciones de carácter leve que incluye la misma normativa es por no depositar los residuos en los contenedores o hacerlo directamente en la arena o en el mar, como colillas, restos de comida o de frutos secos. Tampoco se puede abandonar restos de la pesca, como cebos, anzuelos y demás aparejos, permanecer o bañarse en aquellas zonas delimitadas para la entrada y salida de las embarcaciones o usar de manera indebida el agua de las duchas, lavapiés o aseos públicos, así como asearse en el mar utilizando jabones, según recordaba ayer el rotativo La Voz de Galicia.
El Ayuntamiento aún no ha aclarado cómo controlará a los bañistas porque digo yo que CÓMO DEMONIOS van a saber que alguien se ha meado o cagado en el agua.