http://www.smh.com.au/news/national/sadistic-rapists-gunpowder-horror/2008/09/04/1220121399986.html
Dennis atracó a la mujer a punta de navaja y amenazó con apuñalar a su hijo, diciéndole "Quizá debería llevarte a mi coche a dar una vuelta, y te garantizo que si lo hago será toda la noche, porque allí me esperan unos amigos que no son tan buenas personas como yo. ¿Te gustaría un gran gang-bang?
Entonces la violó mientras el hijo miraba, con manos y pies atados con cuerda, y con pólvora en los ojos, que él encendió con un mechero.
"No deberías llorar, porque me pone cachondo," dijo el agresor al niño de 4 años mientras se masturbaba delante de él.
"No pasa nada, soy la policía y estoy aquí para proteger a mamá de las personas malas que van a venir y dispararla."
"Voy a ponerme encima de tu mamá para protegerla."
Tras violarla, Dennis vertió algo sobre sus ojos diciendo que era glucosa "para que no me veas irme".
Incendió la sustancia, pólvora, quemando pestañas y produciendo quemaduras en párpados y piel alrededor de los ojos.
La juez Penelope Hock describió que el uso de la pólvora fue "un acto completamente gratuito que podría describirse como tortura."
Otra de sus víctimas, una niña de 16 años, volvía a casa del colegio con su hermano de 10 años cuando Dennis apareció con un cuchillo de un parque cercano.
Metió mano a la niña y la forzó a masturbarlo antes de atarla a ella y a su hermano con las corbatas de sus uniformes y escapar.
En ambos casos fue encontrado semen suyo en ropa de sus víctimas así como en la saliva de los cigarrillos que dejaba en las escenas de los crímenes.
El violador se enfrenta a una pena de hasta 25 años tras declararse culpable de los 13 cargos, incluyendo violación, robo a mano armada y uso malicioso de sustancias explosivas.