Creo que todos tenemos muy claro lo que pasa con Pokemon: tienen un juego clónico (salvo cambios muy puntuales) con una gran fanbase (entre los que me incluyo, aunque solo haga la aventura casual y algún nuzlocke), y en la que al final acabas tragando porque es lo que hay. La empresa está feliz en su safe space, los consumidores compramos, y hay una especie de competitivo que funciona, lo cual les permite estirar aún más el chicle.
Todos sabemos el potencial que tiene la saga, pero al contrario que otras franquicias que se renuevan con más o menos éxito (FF, GoW...), esta no se atreve a dar el salto y apostar de una puñetera vez por dos cosas: gráficos de next gen de verdad, y una maldita historia que no sea para crios de 10 años. Porque, la realidad es que si bien muchos adultos estamos enganchados por feels, entretenimiento o whatever, su público objetivo siguen siendo críos, los adultos que compramos somos un plus añadido con el que saben que van a contar sí o sí.
Abandonar el estilo cartoon, las 8 medallas/sucedáneos, el team Pocho malvado de turno, y la Liga no les sale nada rentable. Tú flipas imaginando un mundo más oscuro, con un jrpg equilibrado donde los pokes salvajes den más exp y haya menos entrenadores pero con más impacto narrativo (un coliseo underground, delincuentes reales, maestros pokemon en X localizaciones), una historia larga y con giros, y ellos te devuelven el montañero bonachón con un Geodude (la última tendencia es que no tengan más de 1 o 2 pokes, que ya es de traca para encontrar un entrenador random con 4-5 xD), la colegiala Lisa con su Petilil a nivel 38 y tu rival con el Poke sobre el que tienes ventaja.
Es un esperpento, pero es lo que hay. Soñar con algo distinto es eso, soñar.