El jurado considera por unanimidad que Pablo Rigo, de 84 años, actuó en defensa propia, disparó a ojo y no tenía intención de matar
El jurado popular ha declarado inocente a Pablo Rigo, el anciano que en febrero de 2018 mató con una escopeta de caza a uno de los dos ladrones que asaltaron su domicilio en Porreres (Mallorca). Es la segunda vez que se le juzga por estos hechos. En 2023 fue absuelto pero la sentencia se anuló y se ordenó repetir el juicio.
Tras dos días de deliberación, el nuevo tribunal popular -distinto al del primer juicio- considera que Pablo Rigo es inocente de un delito de homicidio por el que la fiscal le reclamaba tres años de prisión.
En esta ocasión, el jurado popular -formado por seis mujeres y tres hombres- ha considerado por unanimidad que Pablo Rigo actuó en defensa propia. En el primer juicio en 2023, hubo cinco votos a favor y otros cuatro en contra que pedían su absolución. En su escrito, el tribunal popular considera que Rigo disparó a ojo al ladrón y que no tenía intención de matarlo, todo lo contrario que la tesis de la fiscalía, que mantiene su acusación porque considera que el anciano «salió a por ellos» y disparó para evitar que le robaran 15.000 euros que tenía en una caja fuerte.
El Ministerio Público solicitaba inicialmente cuatro años de prisión para Rigo pero lo rebajó a tres al apreciar el atenuante de dilaciones indebidas. Paralelamente, la fiscal reclamaba para los tres ladrones penas que sumaban 16 años de cárcel.
La acusación, ejercida por la madre del asaltante fallecido, solicita que el anciano indemnice a la familia con 160.000 euros, además de una pena de cárcel de 10 años por acabar con la vida del atracador, en su opinión, a sangre fría. Mauricio Escobar, de 25 años, murió como consecuencia de un disparo que recibió en el abdomen de la escopeta de caza que Rigo tenía previamente cargada.
Los hechos se remontan al 24 de febrero de 2018 cuando Fredy y Mauricio Escobar, dos hermanos colombianos de 25 años, asaltaron al propietario con patas de cabra cuando el anciano salía de su vivienda. Le cogieron del cuello y le taparon la boca para que no gritara. A su mujer la encerraron en una habitación. Arrancaron el cable del teléfono fijo y llevaron al propietario al sótano para que les abriera la caja fuerte. «Creía que nos mataban. Dicen que no lo hice bien, pero ¿qué se supone que tenía que hacer?», declaró el anciano ante el jurado.
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Por otro lado, los miembros del jurado sí que han declarado culpables del robo con violencia a los otros tres acusados que planearon y cometieron el atraco. Además, el jurado también considera culpable de un delito de lesiones al atracador que accedió a la vivienda junto a su hermano que resultó fallecido y no considera que actuara en legítima defensa.
Los miembros del jurado se han pronunciado por unanimidad en todos los supuestos establecidos en el objeto de veredicto y han considerado probado las dilaciones indebidas del procedimiento judicial.
En definitiva, el jurado ha declarado probado que los atracadores se pusieron de acuerdo, planearon el robo y lo cometieron. Según el veredicto dos de los atracadores vigilaron la vivienda durante días previos; y fueron los que condujeron en coche a los otros dos atracadores para que accedieran al interior de la casa y cometieran el robo. Los miembros del jurado han considerado probado por unanimidad que sí emplearon la violencia física durante el atraco y que no se recuperó la totalidad del dinero robado.
Finalmente, el jurado se ha pronunciado en contra del indulto de los acusados declarados culpables y de la suspensión de sus condenas.