La cuenta atrás para la llegada de la princesa Leonor a Escuela Naval de Marín en Pontevedra ya ha comenzado. Faltan exactamente diez días para que el próximo 29 de agosto la heredera al trono comience su segundo curso de formación militar, en esta ocasión en la Armada, tras su paso por la Academia Militar de Zaragoza. Lo hará tras un verano muy ajetreado, tanto en sus responsabilidades oficiales, con su primer viaje en solitario al extranjero, como en las de carácter más lúdico, como su presencia en París junto a su hermana o sus días de vacaciones en Marivent.
La hija de los reyes Felipe y Letizia accederá al centro como guardamarina de primero, integrada en la promoción que inicie sus estudios en el tercer curso, siguiendo un plan académico adaptado que reunirá las materias consideradas más relevantes para su formación. Aún no sabemos si, como ocurrió el año pasado, sus padres y su hermana acudirán a despedirla a las puertas del centro.
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Según ha publicado el medio 'Monarquía Digital', se va a producir un cambio sustancial en la alimentación de los alumnos de la Escuela Naval. Aunque el desayuno y la cena se seguirán sirviendo en formato buffet, la comida será con régimen de restaurante, con un menú cerrado y servicio a mesa. Además, también se ha procedido a renovar por completo las mesas y las sillas del comedor.
Para afrontar estas modificaciones, el centro naval ha recurrido a la contratación de un servicio externo por un gasto estimado en 700.000 euros. Las razones que se aducen para estas modificaciones de cara al nuevo curso es que hasta la fecha sus medios eran «insuficientes» para afrontar el «reparto de las raciones» para los 500 alumnos de la escuela.
La chiquilla, que no puede comer el sustento del que gozan el resto de mortales, debe tener menú a la carta. Tampoco va a estudiar todas las asignaturas, demasiado esfuerzo, por ello le hacen un plan "adaptado" del que seguro que también disfrutan otros reclutas...
Y obviamente, es necesario invertir 700.000 euros para acometer las reformas necesarias para adaptar las instalaciones para la muchacha, seguro que no hay mordida detrás ni nada por el estilo...
Menos mal que todos somos iguales...