Los dueños de La Sexta ya han puesto otros 90 millones este año para mantener la cadena
Querían que la cadena fuera rentable en 2010. Luego retrasaron la llegada de los beneficios a 2011. Y es que a día de hoy los accionistas de La Sexta siguen teniendo que inyectar dinero. Y mucho. Durante los primeros nueve meses del año, los dueños de la televisión que preside Emilio Aragón han tenido que poner sobre la mesa casi 90 millones de euros para asegurar su continuidad, según se desprende de las cuentas correspondientes al tercer trimestre presentadas el pasado viernes por Televisa, uno de sus accionistas de referencia. De hecho, el gigante mexicano habría aportado hasta septiembre 35,6 millones de euros “en relación a nuestra participación accionarial del 40% en La Sexta”, según admitió el grupo en el informe de presentación de sus resultados.
No obstante, en ese tercer trimestre el emporio de Emilio Azcárraga Jean sólo tuvo que destinar a su participada 3,9 millones de euros, pecata minuta después de que en el primero tuviera que 'abonar' 12 millones de euros y en el segundo 19,7. Además del 40% de Televisa, La Sexta está participada en un 9% por Gala Capital y en un 51% por Grupo Audiovisual de Medios de Producción (GAMP). Bajo el paraguas de esta última sociedad están con 69,5% el conglomerado Imagina (Grupo Árbol y Mediapro); Bainet con el 12%; la BBK con el 9,8% y El Terrat con 8,25%. Tanto la multinacional británica WPP como el empresario Juan Abelló a través de Torreal, que poseen cada uno el 20% de Imagina, están indirectamente en el accionariado.
El consejero delegado de la cadena, José Miguel Contreras, aseguraba el pasado mes de marzo que la inversión de los accionistas de La Sexta alcanzaba hasta entonces los 550 millones de euros. Tomando esa cifra como buena y con las aportaciones de los dos últimos trimestres, los socios de la cadena habrían invertido hasta la fecha más de 600 millones de euros. Una cantidad que se encuentra muy por encima de los 500 millones en cinco años que La Sexta preveía desembolsar en 2006, justo en las fechas previas a su lanzamiento. Aunque sólo en el primer año se desembolsaron 300 millones de euros, desde entonces se ha producido un goteo de inyecciones de capital para garantizar la viabilidad de la cadena.
El pozo de los derechos deportivos
La crisis económica y el desplome publicitario explican el aplazamiento del plan estratégico, que hacía rentable la cadena en 2010 con una audiencia entre el 7% y el 8%, un objetivo que los gestores han logrado cumplir. Pero lo que de verdad explica la necesidad de ampliar capital es la compra de derechos deportivos que no estaban en el plan de negocio inicial. Especialmente caros son los de la Formula 1, que La Sexta emitirá hasta 2013 y por los que Mediapró pagó más de 200 millones de euros. También hay que añadir el coste del partido en abierto de la Liga de Fútbol o los Mundiales de fútbol de Alemania y baloncesto de Japón, entre otros acontecimientos.
“El canal nació con la idea de ser una propuesta alternativa pero en un principio no se planteó dar entrada a los deportes. Sin embargo, en un momento dado se vio lo que estos contenidos premium podían aportar y se apostó por ellos”, se explica desde la casa. Contreras ha asegurado en más de un acto que los socios están “satisfechos” con la evolución de la cadena y que ninguno de ellos ha dado un paso atrás en las ampliaciones de capital que se han planteado. Televisa no iba a ser menos. Sin embargo, el grupo mexicano está sintiendo en sus cuentas el desempeño de La Sexta, donde habría ya invertido más de 240 millones de euros.
Todo sin contar las pérdidas computadas por el grupo de Emilio Azcárraga en estos años. Sin ir más lejos, entre enero y septiembre de 2009, la rúbrica participación en las pérdidas de afiliadas, que “se compone principalmente por pérdidas generadas en La Sexta”, se situó en 30 millones de euros, frente a los 22,2 del mismo período del año anterior, una evolución que supone un 26% más. Una tendencia similar a la marcada en el conjunto de 2008. Entonces las pérdidas alcanzaron los 53,4 millones de euros, por los 38,1 de 2007, según se desprende de los resultados comunicados por la compañía, que en todo caso sólo se imputa un 40% de las mismas.