Me pareció leer algo malo sobre James Spader. Procedo a sacar la artillería pesada, que visualizaremos como un tanque. Veréis, cuando los tanques salen al campo de batalla lo primero que hacen es agitar sus enormes y duros cañones, en busca de su siguiente presa. Presas que sucumbirán deseando haber tenido una última noche de sexo banal, salvaje, intrascendente y desesperado, revueltos en fluidos y desnudos de dignidad. Porque toda la vida es sexo. ¿Qué es el sexo? El sexo es a lo que todos aspiramos, es la meta, es el nirvana, es el principio y el final, el alfa y el omega. Y morir sin él es el mayor castigo que puede recibir un ser humano. James Spader es ese cañón.
No me hagáis perder el tiempo diciendo más obviedades.