Yo estuve allí en un trabajo del instituto con profesores y demás, para una obra audiovisual que se iba a presentar en un concurso y que se iba a grabar allí. Si la tetería os sorprende, deberíais ver la casa del dueño. Vive en una cabaña de paja y arcilla sin electricidad, iluminada únicamente por velas y cuya puerta no tiene pestillo. Llegamos a las 08:30 o así y el hombre no es que nos preguntara si queríamos desayunar, directamente como él iba a desayunar, sacó café, té, tostadas con mantequilla y pastas de té para todos (unos 10 más). Tuvo numerosas muestras de hospitalidad con nosotros y colaboró en todo momento además de interesarse sobre qué estudiábamos, cómo nos iban las cosas y sin soltarnos ningún rollo musulman ni mencionando en ningún momento la religión. Recuerdo que una buena intervención suya fue cuando un profesor mío le dijo que la hospitalidad era algo muy importante o incluso sagrado de la religión musulmana y él contestó que la hospitalidad debería ser algo propio de ser humano, y no de ninguna religión ni otro tipo de creencia.
No es moro, es más español que Don Juan Carlos, pero se convirtió al islam (bastante profundamente, deberíais ver al tipo), además es bastante culto y se nota que es un tío leído. Tiene un pastizal, no sé si heredado o de quién coño será pero tiene dentro del mismo recinto otra casa supongo que para familiares y invitados equipada con todo tipo de lujos y la nevera siempre llena. Tiene todo tipo de animales, yo vi incluso un dromedario y un burro.
Lo de la cabaña me sorprendió bastante, era Enero, hacía un frío de cojones y dentro de la cabaña hacía un calor de la hostia, parecía un harén, todo lleno de alfombras y cojines y una cama de 2x2 con bisel. Todo decorado al estilo islámico, lleno de velas y con olor a incienso y té todo el día xD No sé que incienso sería por cierto, porque estuve 10 minutos dentro de la cabaña rodeado de humo del incienso y salí más colocado que de una fiesta de Bob Marley.
Pero sí, el hombre muy majo, la tetería muy guapa y los tés muy buenos. Encontrarlo te costará un huevo, pero bueno.