DÍA 4. Parte 1
El día 4 ha empezado raro, ya que hemos bajado a desayunar y había muy poca gente en el restaurante, a nuestro lado, tan solo un par de turistas de Arizona, con sus sombreros de Cowboy incluídos. Durante el desayuno levanto la vista y veo en el reloj de pared que no son las 7:30 sino las 6:30 :/, por algún motivo el móvil ha hecho algo raro y se ha adelantado una hora. Hay que recordar que al no haber conexión de ningún tipo el móvil no se puede sincronizar contra las antenas telefónicas así que quizás de ahí viniera el problema, lo raro es que el reloj se había adelantado exactamente una hora, en fin, cosas del directo.
Después de desayunar con especial calma y dar un paseo por el Hall aparecen nuevamente Pak y Pek, casualmente hoy han bajado un poco antes de tiempo, a estas alturas ya tenemos más que claro que de alguna manera se enteran cuando salimos de las habitaciones, así que habrán tenido que vestirse a toda prisa.
Mientras esperamos a que la otra pareja termine de desayunar recuerdo que Pak nos explica la nomenclatura de sus nombres, es decir, en el caso de Kim Jon Il. Kim sería el apellido y el nombre Jon Il, todos los nombres allí son compuestos, me imagino que será lo mismo en Korea del Sur, ¿alguien puede confirmarlo?
Hoy hemos tenido que vestirnos de manera elegante, esto era algo que ya nos habían avisado desde España, y varias veces a lo largo del viaje nos habían recordado que los hombres deberíamos ir con pantalón y camisa si no teníamos traje, y las mujeres con pantalones y camisas/jersey. Pek viene de traje y corbata (como todos los días), pero PAK viene con el vestido tradicional. El motivo de tanta elegancia es que vamos a visitar el Mausoleo de Kim Il Sun y Kim Jon Il.
En el bus nos advierten de que durante esta visita no será posible realizar fotos dentro del mausoleo, aunque si podremos hacerlas en el entorno. Tras veinte minutos de bus llegamos por fin al mausoleo, donde están esperando varias docenas más. Al parecer hoy es un día de mucho ajetreo ya que con todos los eventos la afluencia de extranjeros es mucho mayor, aun así no hay que olvidar que se podría decir que TODOS los turistas de Korea del Norte estamos juntos en el mismo edificio.
La espera para entrar al mausoleo se hace bastante interminable, ya que estamos alrededor de dos horas haciendo cola, avanza muy despacio y no tenemos muy claro el motivo.
Cuando por fin vamos llegando a los accesos principales nos damos cuenta, el control es mucho más estricto que los que se siguen para subir a un avión. Cacheo minucioso, revisión de contenido de carteras, taquillas para dejar cualquier tipo de abrigo/chaqueta etc.
Cuando por fin entramos a la zona de visita nos hacen pasar por una maquinaria que hay en el suelo para limpiar las suelas de los zapatos con agua a presión y rodillos sobre los que se va caminando durante unos cuantos pasos, ver para creer…
La impresión al entrar, por fin, al mausoleo es brutal, de nuevo estamos en un edificio absolutamente mastodóntico, con suelos y columnas de mármol, oro, grandes cuadros de los líderes, flores, olor a nuevo…
Debo decir que la visita se hace por duplicado, me explico, todas las salas están repetidas ya que una es para Kim Il Sun y otra para su hijo Kim Jon Il por lo que la visita varía entre el “ya lo he visto” y el “busca las cuatro diferencias”. Ya que no puedo mostraros fotos intentaré hacer memoria de las cosas que he visto dentro. Es importante este punto, todo, absolutamente todo estaba duplicado.
Era especialmente interesante la visita dual puesto que en muchas cosas se apreciaba el cambio generacional entre padre e hijo (recordamos, abuelo y padre respectivamente del actual dirigente Kim Jon Un)
• Pasillos con cuadros alfombras e imágenes de todo tipo, recorriendo infancia, adolescencia, obra y milagros, esto sería el hilo conductor entre salas.
• Sala con los coches oficiales (2 o 3), además un mapamundi con leds indicando todos los sitios donde el coche había estado, junto a estadísticas de viajes y kilómetros recorridos con cada uno de ellos.
• Sala con el barco oficial, ambos de un tamaño alrededor de los 50 metros de eslora con alfombras en su interior, despacho etc. He encontrado algunas fotos sueltas por internet, aunque no le hacen justicia.
• Sala con el vagón de tren oficial. También con su mapa iluminado y sus kilómetros. Nos cuentan que Kim Jon Il se desplazaba casi siempre en tren, que ahí tenía su lugar de trabajo preferido. Tanto es así que murió trabajando en ese mismo vagón. Por cierto, lo podréis ver en la foto, ese ordenador que veis abierto es un Mac!, allí sigue doy fe.
• Sala con medallas y trofeos entregados por los distintos países, ordenados alfabéticamente y por continentes. Aquí se aprecia claramente que el abuelo era más respetado internacionalmente, ya que no dejó de ser un guerrillero que en su tiempo luchó contra los invasores y fue elegido democráticamente, el hijo y el nieto ya son otro cantar. En todo caso llama la atención que también éste último (Kim Jon Il) recibió medallas, en mis notas tengo apuntadas al menos dos. Una de la Universidad de San Sebastián de los Reyes y otra de la fundación Pablo Iglesias.
Después del paseo por estas y otras salas cuyo contenido no recuerdo, aunque más de lo mismo, nos hacen pasar por unos circuitos de aire a presión para desinfectarnos, a mí me da la impresión de que solo son secadores de manos. Hecho esto pasamos a una gran sala con una iluminación roja tenue igual a las de los antiguos laboratorios para revelar fotos. Allí, en medio de la sala, y en un silencio absoluto, se encuentra el cadáver disecado de Kim Il Sun, el cadáver está en una vitrina de cristal con una iluminación directa, por lo que realmente parece un muñeco de cera.
Nos ponen en fila y vamos pasando, hacemos una reverencia desde un lateral, seguimos caminando, reverencia desde el lado de la cabeza, caminar, reverencia desde el otro lado, y así abandonamos la sala. Por supuesto prohibido llevar las manos en los bolsillos o hacer el menor ruido.
Hecho esto, procedemos a repetir lo mismo, esta vez con el cadáver de Kim Jon Il.
Después de este rato tan intenso, y cuando parece que ya lo habíamos visto todo, nos llevan a la sala de llorar. Una sala en la que recuerdo especialmente la alfombra estilo persa de no menos de 300m2 en la que se encuentran dos grandes dibujos de padre e hijo. Allí, los koreanos lloran desconsoladamente a la memoria de sus líderes eternos.
En esta sala coincidimos además con otro pequeño grupo que también lleva su guía, escuchándola hablar pienso “ostia!, esta tía habla igual que la comentarista del desfile que retransmitían por la tele”, así que le pregunto a Pak.
Pak nos cuenta que en el colegio todos los niños y niñas aprenden un tono especial de voz que se utiliza en momentos solemnes cuando quieres referirte a alguno de estos dos señores. Como nos ve sorprendidos, ella nos pregunta si nosotros cuando estudiamos el Mio Cid o las Jarchas Musulmanas (wtf!) no utilizábamos un tono así.
En esta sala también aprendemos que no se debe señalar a las imágenes con el dedo, sino que debe siempre señalarse con la palma abierta.
Con esta sala se termina la visita al mausoleo, pasaremos a recoger nuestras cosas a la entrada y podremos dar un paseo por fuera, y también hacer algunas fotos.
El Mausoleo
Una fuente random dentro del recinto
Entrada al mausoleo, el mausoleo quedaría a las espaldas en esta foto
Patrulla de soldados
Como impresión que me llevo de este sitio, puedo decir que si para un extranjero como yo, más o menos que ha visto de todo, el sitio te deja impresionado por la solemnidad y el aire regio, a un norcoreano que llevan allí en casos especiales ya debe ser otro planeta.
Es momento de volver a los autobuses y dirigirnos a la plaza de Kim Il Sun, donde se han producido ayer todos los eventos del desfile.
Pero eso será en un próximo capítulo, porque se me va haciendo tarde y mañana tengo que trabajar… quien fuera Kim Jon Il para no tener que madrugar….
Prometo volver o/