Los cazadores de demonios, discípulos de Illidan Tempestira, cargan con un oscuro legado que atemoriza a aliados y enemigos por igual. Los Illidari se sirven de magia vil y magia caótica, energías que durante eones han amenazado Azeroth y que, según ellos, son esenciales para hacer frente a la Legión Ardiente. Con los poderes de los demonios a los que han asesinado, los Illidari desarrollan rasgos demoníacos que provocan repulsión y pavor entre sus congéneres, los elfos.
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Roles de combate: Daño (Devastación), Tanque (Venganza)
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Recursos: Salud, Furia
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Tipo de armadura: Cuero
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Armas disponibles: Gujas de guerra, Dagas, Armas de puño, Hachas de una mano, Espadas de una mano
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Nivel inicial: 98
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Nivel necesario para crear un Cazador de Demonios: 70 con cualquier clase
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Zona de incio: Mardum
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Razas disponibles: Elfos de la noche (A), Elfos de la sangre (H)
Ataques generales
Defensa La energía caótica que fluye a través de los cazadores de demonios potencia enormemente su resistencia.
Daño cuerpo a cuerpo Los cazadores de demonios pueden realizar saltos dobles, irrumpir en los combates y huir de ellos, e incluso desplegar sus monstruosas alas para atacar y sorprender a los enemigos desde el cielo.
Metamorfosis Los cazadores de demonios se transforman en criaturas infernales para potenciar su especialización: los Illidari centrados en infligir daño pueden teletransportarse al combate, mientras que los que optan por un papel defensivo confieren poderosas auras de apoyo.
Visión espectral La aparente ceguera de los cazadores de demonios camufla sus verdaderos poderes de percepción. Hacen uso de su visión mágicamente aumentada para detectar enemigos, aun si estos están ocultos detrás de obstáculos.