Quizas yo no esperaba a nadie y entre las risas del aquelarre
el diablo y la muerte se me fueron amigando
ahí donde dobla y el viento y se cruzan los atajos,
ahí donde brinda la vida,
en la esquina de mi barrio.
Quizas yo no esperaba a nadie y entre las risas del aquelarre
el diablo y la muerte se me fueron amigando
ahí donde dobla y el viento y se cruzan los atajos,
ahí donde brinda la vida,
en la esquina de mi barrio.