"Ella me daba la mano
y no hacía falta más.
Me alcanzaba para sentir
que era bien acogido.
Más que besarla,
más que acostarnos juntos,
más que ninguna otra cosa,
ella me daba la mano
y eso era amor."
...arder como la vela y consumirse,
haciendo torres sobre tierna arena;
caer de un cielo, y ser demonio en pena,
y de serlo jamás arrepentirse...