Introducción
Desde hace ya algunos años, soy "ese típico tío" que viene debunkeando todo tipo de bulos y mitos que vemos a la gente de a pie repetir como si les fuese la vida en ello. Estoy cansado de desmontar bulos como que las farmacéuticas tienen la cura contra el cáncer, que el WiFi es dañino para la salud, que el aspartamo en bajas cantidades cause cáncer, que los GMOs son malos, o que nunca hemos llegado a la luna. Recordemos nostálgicamente, que hace ya 10 años cuando empecé a volverme asiduo de MV, arrojaba la duda por estos lares de si las pirámides las habían hecho unos aliens, y temas de esa índole. Esa época ha acabado hace mucho y ahora me puedo considerar una persona escéptica.
Pero hay un tema al que le llevo dando vueltas algún tiempo, y todavía no alcanzo a tener una respuesta clara. Por eso vengo aquí, a abrir debate en torno a este tema, para que entre todos, y la ayuda de quienes de verdad están especializados en estos campos, podamos alcanzar una respuesta común al siguiente set de preguntas:
- ¿Contiene la radiación no ionizante algún tipo de daño para los organismos vivos?
- ¿Supone el estándar 5G un problema que enfatice estos hipotéticos daños?
- ¿Hasta qué punto hace falta más investigación sobre el tema?
La aproximación clásica: radiación ionizante vs no ionizante
La primera línea de ataque contra quienes claman al cielo el supuesto peligro de las radiaciones electromagnéticas, vendrá siempre por esta línea argumental. Y es de hecho, sumamente sólida: si las radiaciones electromagnéticas que generamos los seres humanos causasen algún tipo de problema, estaríamos bien jodidos. El mundo natural está plagado de radiaciones de todo tipo, algunas de ellas ionizantes, provenientes de la propia corteza terrestre, depósitos de uranio y de radio, o incluso de algo tan aparentemente inocuo como es un macizo de granito. Y ya ni hablemos de los vuelos en avión, o de cosas tan aparentemente inocuas como los plátanos, o los materiales de construcción. Es literalmente imposible no estar expuesto en cierta medida a la radiación ionizante, incluso aunque nos centrásemos en tener un modo de vida primitivo:
¿Y qué hace la radiación ionizante? Simplemente, alcanza nuestros átomos, y les hace expulsar un electrón. Ionizar => desligar un electrón del átomo. Esto es bastante inocuo en un porcentaje de veces que me cansaría de poner nueves seguidos los unos de los otros, pero por supuesto, puede ser peligroso. Ionizar un átomo de una molécula de citosina, guanina, adenina o timina en un eslabón del ADN, sobre todo rompiendo sus enlaces de hidrógeno, cambia por completo dicho eslabón. Aún así, nuestro cuerpo es increíble, y consigue resolver gran parte de estos errores en el ADN (que pueden suceder también por otras causas, como el consumo de sustancias que son agentes carcinogénicos), por lo que casi nunca llegan a ocasionar mutaciones en las células resultantes de la división celular. Pero cuando pasa, esa mutación puede o pasar desapercibida, o... generar un tumor. Y este, por supuesto, puede ser maligno, lo que ocasiona un cáncer. Mal asunto.
No obstante, ¿hay que preocuparse porque el WiFi cause daño al ADN, en otras palabras, de que sea ionizante? La verdad es que no, y esto parece estar claro cristalino. Básicamente, para que una onda electromagnética pueda ionizar un átomo, ha de ser muy energética, y la subida de energía correlaciona con la frecuencia de la onda. Para que os hagáis una idea, aquí tenemos una tabla de los distintos estándares 802.11 (es decir, del WiFi de toda la vida):
Es decir, un máximo de 5 GHz. Para el 5G, este máximo aumenta hasta los 52.6 GHz, bastante más alto:
Si hacemos la conversión, nos da que esto son 54600000000 Hz, es decir, 54.6 · 109 hz. Si tenemos en cuenta que la luz visible no acaba hasta más allá de los 1 · 1015 hz... ¿no queda claro que no hay que preocuparse por este fenómeno? Vaya, lo que queda claro es que todo aquello que vemos, incluso estos fotones que salen de la pantalla según me lees, funcionan a una frecuencia varios órdenes de magnitud más altos que los estándares más altos propuestos para la tecnología 5G. Conclusión: no, no hay que preocuparse porque el 5G, ni otras ondas electromagnéticas de uso cotidiano, vayan a ionizar nuestro cuerpo.
Pero... ¿es esto todo?
Las ondas y el aumento de la temperatura
Las ondas electromagnéticas sí tienen un efecto medible sobre cualquier material en el que inciden: aumentan su temperatura. Este aumento es realmente bajo, casi imperceptible, pero en algunos casos muy específicos puede llegar a ser bastante alto. Un buen ejemplo de ello es el funcionamiento de un microondas: pese a que utiliza ondas de baja frecuencia como son las microondas, estas ondas tienen una potencia de emisión mucho más alta, y se usan en una cámara donde rebotan una y otra vez. El objetivo de este bombardeo constante de microondas, radica en calentar las moléculas de agua. No las ioniza, no rompe enlace alguno, pero al ser el agua una molécula polar, tiene facilidad para obtener energía de estas ondas, la cual se transforma en energía cinética, y finalmente, calor por fricción. Básicamente, nuestros microondas calientan la comida porque hacen que ésta vibre al contener sendas moléculas de agua (como todo material orgánico que conocemos).
Y sí, las ondas de nuestros móviles y routers, también pasan a través de nosotros. Y nos calientan. La diferencia con un horno de microondas, es que este aumento de temperatura es marginal, es decir, muy pequeño. Además, no está demostrado que este aumento de temperatura pueda suponer problema alguno... ¿me equivoco?
Principales líneas de controversia
El ya introducido aumento de temperatura es uno de los principales vectores de preocupación de las radiaciones electromagnéticas, y en caso de ser peligroso, justificaría la preocupación por el salto al 5G, ya que pasar de frecuencias de 5 GHz a 50 GHz, también afectaría al aumento de temperatura. Aunque no fuera de forma lineal, y probablemente ese aumento no sea tan elevado, será deseable evitar en la medida de lo posible aumentos de temperatura más allá de los umbrales que hemos investigado hasta ahora.
Este párrafo anterior no debería pasar desapercibido para nadie que esté preocupado por este tema, ya que las investigaciones que se han basado en todos estos asuntos, han utilizado como referencia las tecnologías actuales (redes WiFi de estándar 802.11, 3G, 4G...), y sus resultados han sido muy poco concluyentes en aquellos casos en los que han encontrado problemas para la salud. Es decir, que con la tecnología que ahora mismo tenemos en las calles, no debería haber mucho por lo que preocuparse incluso si mañana se descubriese un efecto nocivo para la salud humana en este tipo de radiaciones electromagnéticas.
Si vamos a la Wikipedia para hacer una búsqueda rápida y resumida de qué problemas asociados se intuye que puede haber, encontramos este pequeño fragmento:
No obstante, hay mucha gente diciendo absolutamente de todo, y dando "pruebas" del peligro del 5G, como esta:
Hay que decir que vídeos como este han de ser tomados con pinzas. Con MUCHAS pinzas. Este fenómeno podría suceder por una plétora de razones, pero desde luego, si queremos ser rigurosos, estará bien contener cierta cantidad de duda sobre el asunto. A fin de cuentas, hay bastantes estudios e incluso manifiestos firmados por cientos de científicos que dejan ver una cierta preocupación por esta tecnología. De nuevo, cabe coger todo esto con pinzas, ya que la mayoría de estudios de esta índole suelen ser epistémicamente bastante pobres, tener un N (número de sujetos de prueba) excesivamente bajo, o los efectos encontrados son marginales, y casi siempre en ratones.
Como no tengo mucho más tiempo para dedicar a la creación del hilo, os dejo un vídeo de Kurzgesagt que resume bastante todo este tema, y añade muchas referencias en su descripción, para que podáis ampliar la información, ver cuáles son estos vectores de preocupación sobre las radiaciones electromagnéticas, y a su vez, perderle algo de miedo ya que no es para nada tan peligrosa como muchos conspiranoicos nos quieren hacer creer:
¿Mi postura?
Mi postura es que me muestro muy escéptico ante estos supuestos daños, pero tampoco puedo ponerme una venda en los ojos y negar la evidencia. Creo que puede existir algún mecanismo mediante el cual se pueda provocar algún efecto nocivo para la salud, pero esta misma evidencia me deja ver que dichos efectos han de ser muy nimios, y que no compensaría prohibir una tecnología que ha conectado al mundo como nunca antes se había hecho. Aún así, también creo que será positivo estudiar mucho, mucho más todo este asunto, y sacar conclusiones fiables sobre qué umbrales de exposición son seguros, y de si la tecnología 5G o futuras pueden aumentar estos hipotéticos riesgos.
Y vosotros, ¿qué pensáis? ¡Se agradecerá todo tipo de aporte!