La víctima de 86 años de edad, que padecía problemas de corazón, se encontraba en un cubierto anexo a la casa cuando su marido alertó al 112, sobre las 12,00 horas, por un posible infarto. Hasta el lugar de los hechos se desplazó una ambulancia del 112, acompañada por Protección Civil y un helicóptero, aunque los médicos ya no pudieron reanimar a la mujer.
Protección Civil ha explicado que la mujer tenía entre 25 y 28 picaduras «sólo en la cara». De todos modos, han hecho hincapié en que no localizaron ningún enjambre cercano, por lo que han achacado este ataque a la proximidad de árboles frutales y a los cambios del tiempo.
Sobre las causas del fallecimiento de la anciana, los médicos atribuyeron la muerte a sus problemas de corazón y a las múltiples picaduras de avispas.
Asimismo, uno de los voluntarios de Protección Civil de A Estrada que acudió a la llamada fue picado en la cabeza por una de estas avispas al llegar al lugar de los hechos, sufriendo una «reacción inmediata». El hombre fue atendido, según han precisado fuentes de Protección Civil de Cuntis, por los médicos allí presentes y, actualmente, se encuentra bien.
En esta línea, estas mismas fuentes han relatado a Europa Press que, además de estos dos sucesos, se han registrado varios ataques del mismo tipo en la provincia de Pontevedra en lo que va de semana.
Varios ataques, en Pontevedra
De hecho, Protección Civil de Cuntis ha remarcado que llevan varios días registrando diversos ataques por avispas en toda la zona, sobre todo durante las fiestas del pueblo, que se celebran desde este jueves.
Además, un brigadista de la mancomunidad que participaba en actividades de limpieza también fue picado por avispas, por lo que tuvo que ser hospitalizado el pasado martes. En concreto, el hombre pasó una noche en el hospital, pese a no ser alérgico, ya que la reacción fue de gran medida, según ha subrayado Protección Civil.
El cuerpo ha explicado que las avispas asiáticas, a las que ha calificado como «malas», están muy presentes en la zona y se diferencian de las autóctonas porque tienen una marca roja en la espalda.