En China
Un niño chino nace con una máscara en la cara
El pequeño de 14 meses nació con una malformación facial y necesitará operaciones
"Cuando vi a mi hijo me derrumbé"
Yi Xilian dio a luz a su primer hijo de forma natural, 20 días antes de lo previsto. El parto fue normal, sin embargo, su Kang Kang sufre una deformación facial que divide su rostro como si llevara una máscara. Los médicos no se ponen de acuerdo sobre las causas de esta enfermedad que le da al pequeño la apariencia de un monstruo.
Yi Xilian trajo al mundo a su hijo en un hospital de Changsha, provincia de Hunan. El embarazo fue normal y después de todas las pruebas le aseguraron que el niño no tendría problemas.
Cuando la mujer dio a luz no le permitieron ver a su hijo y tras mucho insistir, su esposo le advirtió de que no estuviera triste, pero cuando vio al pequeño "me derrumbé", ha contado la desesperada madre. Kang Kang, con un año y dos meses, todavía no es consciente de que su cara está dividida al nivel de la boca.
El labio superior e inferior están separados por una hendidura profunda, según publica la Web china 'What's On Xiamen' .
El doctor Wang Duquan explica que solo hay posibles causas, pero ninguna certeza sobre la deformidad que sufre el niño: Una infección durante el desarrollo embrionario, algún medicamento tomado por la madre durante el embarazo o quién sabe.
La madre descarta la ingestión de cualquier medicamento y asegura que solo tomó algunos meses antes, un fármaco para no abortar.
El doctor Wang, por su parte, considera este caso de muy raro, porque "no es un labio leporino o paladar hundido, sino que es un hundimiento facial".
El especialista cree que el niño tiene un desarrollo cerebral normal y ha propuesto como solución la cirugía estética.
Las intervenciones, tendrían que hacerle dos, costarían unos 300.000 a 400.000 yuanes y la familia se lamenta no tener esa cantidad para resolver el problema de su hijo.
Las cirugías tratarían de igualar las dos divisiones de su rostro, el músculo profundo y luego probaría a reconstruir los huesos de la cara, pero advierte que los resultados son impredecibles.