Como aficionado al ciclismo, muchas veces entre mis colegas sale el tema del doping entre los ciclistas de élite y el mundillo profesional. No sé hasta que punto será verídico, pero todos dicen que por norma, TODO ciclista profesional ha de tomar alguna sustancia catalogada de ilegal o que según que federaciones y campeonatos está permitida o no.
Me han contado casos de chicos con 16-17 años que les plantean entrar en un equipo porque prometen, y salen antes de acabar el año porque no quieren pasar por el aro. Y lo que es peor es que no solo pasa en equipos profesionales, también en los semiprofesionales se dá cada más estos casos y saltan casos de "pillados".
No sé si serán todo ganas de hablar mal de la gente, o si es que cuando el rio suena, es que agua lleva; pero supongo que lo mismo que pasa en el ciclismo, pasará con cualquier deporte que mueva mucho dinero.
Y el caso de Amstrong, pues me parece fatal por el periodico francés. Solo buscan crear polémica y reventar una figura ya mítica. Yo también creo que se ha dopado, y probablemente a raiz de su enfermedad haya tenido más facilidades para meterse en vena sustancias que otros igual no las toleran, pero estoy seguro de que todos su competidores siguen de una forma u otra "terapias" parecidas. Y sin embargo, ahi lo tienes, con 7 tours. Lo mismo pasa con Induráin. Tantos tours no se ganan a base de pastillas, hace falta algo más que los supercampeones tienen y los demás no. No deja de ser trampa, pero...
Yo creo que el problema del doping a gran escala que se practica tiene su origen en los medios de comunicación, en el público. A todos nos encanta ver a estos tios echando el bofe al subir un puerto, recuperarse en la bajada y al siguiente ver que siguen tan frescos y van a por todas. Y al dia siguiente una ración de 230 kms con viento en contra. Y al siguiente otra pero de 280.
Se exige cada vez más dioses en vez de superhombres. Los deportes que no hay doping (o poquisimo, porque tramposos siempre los ha habido) siempre serán aquellos minoritarios que pocos siguen y no mueven contratos milonarios ni crean superfiguras como Indurain, Amstrong, Ronaldo o Carl Lewis.