...y con ella, el legado de Luis Aragonés. El legado de quien le hizo ganar a la selección española un mundial y dos eurocopas.
Y me alegro.
Me alegro como madridista de bien y como aficionado a este deporte. Me alegro porque la mayor basura que ha pisado nuestro estadio, el marqués del nabo, Krusty el payaso, ha quedado retratado como lo que es, como un mero alineador, un zoquete manejable al que poco menos que le imponen las alineaciones. Hasta ayer todavía había inútiles que le echaban de menos y le usaban como arma contra Florentino. Pero nunca más, su inutilidad ha quedado más que demostrada. No tocando ni la alineación ni el esquema no vaya a ser que joda algo si lo hace, pero qué garrulo que es.
Me alegro como madridista de bien, repito, porque se ha estado usando a este grupo de jugadores como arma contra el Real Madrid durante seis largos años para vendernos que jugar sin españoles no servía, que los sucios extranjeros como Modric o Khedira no tenían nada que hacer contra el potencial de la nueva raza superior, contra los Borja Valero y Beñat.
Me alegro, tripito, como madridista de bien porque la máquina propagandística culé, que poco tendría que envidiarle a Mólotov o a Goebbels, ha estado usando a la selección para vendernos que el único estilo de juego que valía era el del toquecito. Que los únicos jugadores que valían eran los suyos, los formados en la escuela para jóvenes talentos del profesor Xavier Hernández.
Y me alegro porque la mayor lacra que ha pasado por mi equipo, el topo, el calvo, al que algunos aún llaman el santo, y su compañero de fechorías, canelita real, caballo loco, el del minuto 93, se han arrastrado y han dejado su inutilidad en evidencia. Al último se le perdona porque su temporada es de bien alto, notable bajo siendo generosos, pero al otro ni una. Aunque deberíamos hacer fila india para felársela ya que esto le deja con pie y medio fuera de nuestro equipo y hoy le ha enseñado hasta al más tonto, y con el más tonto me refiero al casillista medio, que no vale ni para hacer bulto. Que mañana no le fulminen del equipo sorprendería hasta al más pintado.
Ah, y porque Costa ha llegado tarde a la fiesta y no va a pasar de cuartos en su puta vida vistiendo esta camiseta. La cual no debería haber vestido nunca. Y qué cojones, que cada vez que veía a los periodistas casposos de este país besarse el escudo y presumir de estrella me salía una úlcera. Que no, coño, que este equipo representaba lo odioso de este deporte. Adiós, rojita, adiós, que no queden de ti ni las cenizas, has conseguido que celebre los goles de Holanda y Chile hasta quedarme afónico dramatización.
Ahora este hilo sirve para cagarse en la roja. Id pasando y no montéis follón. Besos.
Edit: Me permito añadir un vídeo que ilustra lo que representa este grupo de jugadores, para los nuevos.