#121
Perdona, pero yo ya he estado y me fue bien:
Al principio es verdad que estaba solo, pero encontré un ratoncito que dormía en una caja y me hacía compañía. Intenté enseñarle a roer las paredes, pero el alcaide me descubrió y me lo quitó a él y a todos sus retratos en acuarela.
Intenté suicidarme, pero me descubrieron y me tuvieron en la celda de castigo un tiempo. Como me pareció injusto estudié derecho y empezé a ayudar a otros con sus problemas, a escribir y a leer. Así me hice amigo de un negro.
Juntos, fantaseabamos con huir, así que se me ocurrió fortalecer las piernas para poder llegar al muro más bajo y salir de allí; al ser amigo de un negro, los skins me pegaron y violaron en los baños y tenía miedo de que volviera a pasar.
Como estuve un tiempo en la enfermería, escuché que el alcaide se había hecho un esgince jugando al fútbol, así que se me ocurrió que podría apuntarme al coro de la cárcel y ganarme su confianza cantando el himno del madrid.
El día de la actuación descubrimos que el uniforme de gala de instituciones penitenciarias era similar al de la SS. Se nos ocurrió entonces simular un motín usando muñecos de trapo con cabeza de sandía y titiriteros judíos.
Pudimos escapar del escenario mientras los guardas y los presos jugaban al fútbol con los melones... pero estuve cerca de no poder huir ya que la barca no aguantaba nuestro peso y tuve que comerme los 50 huevos que llevaba como provisiones.
Ahora como dios gracias al tesoro que un contable me dejó bajo un árbol.
Me vas a hablar tú a mí de la cárcel.