ADALBERT II KARLING , "El anciano" Rey de Normandía y Borgoña, Duque de Alta Borgoña y Valois. Conde de Vexin , Ruán , Maine, Penthievre, Vannes , Henao, Evreux, Boloña, Borgoña, Viena y París. Cuarta parte
Año 1277 de nuestro señor. Palacio en la villa de París, Reino de Normandía.
Relato de la Invasión Azteca, por Adalbert II. Tercera parte. La reconquista
Fue tras el asedio de París, al retirarnos a Saint-Denis para su defensa, cuando mi hijo Adalbert desembarcó cerca de Rennes en Bretaña, trayendo de vuelta al ejército Normando, al que dirigía desde que partió con la mayoría de nuestra leva hace 10 años para defender a la Cristiandad frente al invasor azteca.
Al igual que hace 5 siglos nuestro ancestro Carlos Martel rechazó la expansión del Islam por Europa en la (primera) batalla de
, Adalbert había conseguido detener el avance de los bárbaros.
Había dirigido los ejércitos de Normandía desde Inglaterra hasta el reino de Francia en el exilio, que gobernaba lo que los hispanos denominan Aragó, pasando por la defensa de Castilla, Sicilia y el norte de África , tanto la parte oriental de la República de Pisa como la de los infieles Almorávides.
Desde que me convenció para reunirme con el Papa y reorganizar la defensa de los cristianos libres, era considerado por todos un paladín. En muchas partes de Europa se cantan canciones y poemas evocando su valor y gallardía, a veces como plegaria entre susurros , en los territorios ocupados por los Nahua.
El ejército de Normandía estaba mermado tras casi dos décadas de constantes batallas, aunque bien es cierto que con una gran experiencia, pues no conocían la derrota, y se decía que cada guerrero normando había exterminado 60 aztecas de media.
La orden del Halcón, el séquito de caballería real, frente a la Catedral de Saint-Denis
Pese a todo, muchos países de la antigua alianza no acudieron a la defensa de Normandía, y pese a que las tropas de Adalbert podían defendernos contra el ejército invasor, no eran suficientes para aguantar si llegaban sus refuerzos, repartidos entre la península ibérica y la isla de Irlanda. Tan solo Inglaterra, Venecia, Sicilia, Croacia y Baviera respondieron a la llamada, pero ni Castilla ni Francia, que prácticamente habían sobrevivido por mi hijo cuando consiguió victorias frente a ejércitos mucho mayores en Hispania nos devolvieron el favor.
Los aztecas seguían contando con un gran ejército pese a las derrotas sufridas, exactamente de 25.000 hombres en París, con otros 40.000 repartidos en el resto de su territorio, y organizándose para venir en apoyo de las aquí presentes.
Estábamos en una difícil situación, defendiéndonos de un ejército más numeroso en nuestros dominios, al que teníamos que enfrentar antes de que consiguiera reforzarse. Afortunadamente, los aztecas partieron hacia Henao, la frontera oriental de Normandía, para asediar nuesra fortaleza allí, lo que aprovechamos para recuperar
Unos 3.000 hombres se habían formado milicias locales en el corto periodo de ocupación (los Normandos tienen sangre vikinga y una predisposición genética para la guerra, además del hecho de que defendían sus hogares, jamás ocupados desde que los Carolingios adoptaron sus costumbres y los regían) que se añadieron al ejército del príncipe
para intentar plantar cara al ejército azteca.
Los hombres de Normandía atacaron a los aztecas en Henao, deteniendo el asedio de Avesnes, cuando recibieron el apoyo de los defensores de la ciudad, rodeando a los enemigos y les diezmamos, sometiéndolos a una retirada humillante y al pago de un generoso rescate por los prisioneros capturados.
No sólo eso, si no que el Huetlatoani Cozahtli fue abatido con una jabalina por mi hijo Adalbert mientras se retiraba a caballo, dejando el gobierno del Imperio Azteca a su hijo de 5 años
Final de la invasión de Normandía, batalla de
Las victorias tanto en el extranjero como defendiendo nuestra propia tierra, nos dieron una legitimidad y un reconocimiento que nunca imaginamos. Los Karling volvían a ser protagonistas de las futuras leyendas. El Santo Padre, no ajeno a tales hechos, junto al hecho de que tenía una gran relación con mi hijo Adalbert tras sus largos años guerreando contra los infieles, accedió a los deseos de mi ambicioso y santo hijo...
La cruzada en territorio Franco fue una oportunidad única para hacer sangrar a los aztecas y expandirnos rápidamente, Adalbert sabía perfectamente lo que hacía y su relación con el pontífice máximo fue fundamental para asegurarnos la ayuda de las órdenes santas del temple y los caballeros hospitalarios que lucharían en nombre de mi hijo, considerado por todos como un paladín de la Fé. Tanto es así, que yo mismo, Adalbert II , pese a mi enfermizo estado de salud me uní a él en la campaña, con el objetivo de encontrar el perdón de mis
Pese a ser el Rey, el mando de la campaña lo llevó mi hijo, nunca podré describir el orgullo que sentí al verlo comandar a sus hombres con tanta seguridad, sabedor de la lealtad casi fanática que le profesan.
Nadie tenía en cuenta ya que fuera concebido fuera del matrimonio, nadie salvo mi hijo mayor, Anquetil, que aprovechando nuestro viaje en barco hacia la costa de la Provenza, intentó atentar contra la vida de Adalbert sin éxito, mandando un asesino que falló y fue estrangulado por Adalbert tras sonsacarle la verdad a golpes, causando su encarcelamiento.
Tras ese desgraciado suceso, desembarcamos en
y atacamos a una legión entera de guerreros coyote, las tropas más temidas de los nahua, pues envenenaban sus Macuahuitl y sus
con brebajes, veneno de serpiente además de flechas impregnadas con mierda humana para matar a los buenos cristianos entre vómitos, esputos y terribles estertores.
Guerreros coyote aullando antes de la batalla
Nos enfrentamos a los Aztecas de nuevo en el condado de
y seguidamente en Viena, sucediendo una serie de escaramuzas culminadas con una gran batalla en la que los cruzados, con la caballería Normanda dirigida por Adalbert al frente barrió a los temidos coyotes.
Las tropas Aztecas fueron expulsadas de Viena, que fue sometida a un largo asedio hasta lograr la rendición por hambre de la ciudad, que se dio al año.
La bandera del águila Carolingia y los dos leones Normandos ondeaba en la capital del Ducado de Austria, y el Reino de Normandía se posicionaba como la nación Cruzada por excelencia, aspirante a soberana de las tierras recién recuperadas de los
Inmediatamente después de ganar el asedio de Viena, Gevaudan y Forcalquier, las tropas Aztecas realizaron un ataque desesperado con una de sus últimas legiones de guerreros jaguar.
Nuestro ejército acudió en defensa de los aliados cruzados, asestando un duro golpe a los nahua en la batalla de
El tremendo éxito en la Cruzada por Bretaña, supuso un motivo de celebración en toda la cristiandad, el primer brote verde tras la despiadada ofensiva sufrida.
El papa me otorgó el título de Rey de Borgoña, al que Normandía extendió su soberanía y leyes, para alivio de la mayoría de los habitantes católicos de la zona. Si bien se ha producido mestizaje entre la nobleza y algunos plebeyos de las etnias nahua y francesa, no ha ocurrido lo mismo con las costumbres y la religión, que apenas han calado en la población.
Inmediatamente cree título del Reino de Britania, que renombré como Principado y fue entregado junto a algunas posesiones en el recién conquistado reino de Borgoña a mi heredero Adalbert, como recompensa
Decidimos esperar y pasar invierno, pero antes de dar tiempo a una improbable recuperación del enemigo, declaramos la guerra a los aztecas por
Flandes, una antigua aspiración de Normandía, disputada por tantos y tantos Monarcas a lo largo de los tiempos, era recuperada para la Cruz y sus ocupantes paganos pasados por el cuchillo, como venganza por el sacrificio de un convento de monjes al completo.
Hubiera una primera primera batalla disputada en Brujas, el resto
muy rápido, si bien Gante opuso una resistencia
no ocurrió lo mismo en Den Haag y Zeeland, que nos abrieron sus puertas, deseosos de librarse del control de los paganos aztecas.
Después de unos años muy difíciles, y donde la cristiandad y la forma de vida de los buenos hombres de cristo en Europa se vio realmente amenazada, una nación y una dinastía se han erigido como defensores de la fé.
Normandía no solo estaba a salvo, había logrado salir reforzada y ampliar sus fronteras tras la llegada de los Nahua.
Han transcurrido dos años de paz desde entonces, en los que hemos mejorado el ejército y la administración de los territorios recién conquistados.
El buen nombre que tenemos tanto yo, como mi heredero Adalbert , que recién había sido padre de mi nieto Adalbert , nos ha dado una legitimidad nunca antes pensada, y hemos cohesionado el reino por encima de diferencias culturales dándole una identidad común.
Los cuatro primeros reyes de Normandía, Berenger, Adalbert I , II y III , miniatura en la Catedral de Brujas.
Hemos ido además ganándonos a los duques (creados por nosotros mismos ), por lo que hemos conseguido los apoyos suficientes para instaurar una monarquía
en la que la autoridad del Rey prima ante todo, y el poder de la nobleza está bastante más limitado.
Tras dos décadas de terror, la invasión azteca ha sido evitada por los Carolingios, y Europa empezaba a recordar algo que nunca debió olvidar.
La dinastía elegida por nuestro Señor para que gobernara y defendiera su sacro imperio en la tierra sólo podía ser una.