CAPITULO 15
El comienzo de una guerra
Mediados de Invierno del 255
La llegada del enlace enano, trajo consigo una grata noticia por parte de la Reina. La fortaleza iba por tan buen camino, que tuvo a bien nombrar a Kubuk Condesa de las tierras circundantes a SilverSilk.
El buen humor de Kubuk propició nuevos proyectos en la fortaleza, y se ordenó fortificar la entrada comercial con 4 torres que se protegerán con ballesteros. Pero el proyecto se vería paralizado por la guerra que llegaba a sus puertas.
Los goblins habían oído la riqueza y prosperidad del pueblo enano en SilverSilk, y comandado por uno de los grandes generales de la guerra, asedió la Fortaleza.
Las primeras valoraciones de Astesh fueron alarmantes. Pertrechados detrás de los muros de los barracones, y manteniendolos a raya desde las torres con las ballestas, se esperaba reducir el número de enemigos para salir y acabar con ellos cuando estuviesen desmoralizados. Lo que no vieron venir, fueron los arqueros enemigos montados en pájaros. Volando por encima de los ballesteros que aguardaban en las torres, pasaron las lineas de defensa y se colaron por los muros que daban a la zona de animales. El único grupo que había para defender esa zona, logró hacer huir a los arqueros, pero el tiempo que habían invertido en cazar a los intrusos, lo aprovecharon en las murallas los demás asediadores. A la orden de cargar de Astesh, los enanos salieron enarbolando sus armas y acabando con todo aquel que se acercaba. Varios goblins cayeron en las trampas después de haber sido noqueados, y los trolls, a pesar de su gran estatura, caían cuando los enanos le cortaban las piernas a la altura de la garganta. La entrada era prácticamente intransitable, y aún así no paraban de llegar goblins, que rodeaban a los enanos, cercándolos.
A través de la sangre que manchaba sus caras, vieron aparecer al Líder Goblin, montado en una rata gigante, armado con una espada de acero, y pertrechado con laminas de acero y bronce. Su visión envalentono a los goblins, que forzaron más el ataque. Fue Astesh, junto con Melbil "MachacaGoblins", los que dieron frente al Líder. Mientras Astesh clavaba la lanza en el estomago de la rata, Melbil aprovechó para romper el escudo del goblin. Su montura cedió ante lo inevitable, haciendo caer al goblin, atrapándolo bajo su peso. Melbil no se lo pensó dos veces. Con un golpe separó la cabeza del cuerpo del Líder, y la alzó con un grito que resonó en toda la colina. Pareció pararse el tiempo. Muchos goblins, tras ver a su Líder muerto, soltaron sus armas y corrieron por su vida. Los enanos no dieron tregua, y fueron tras ellos, dando caza a tantos como se ponían a mano.
Agotado y herido, Astesh se dejó caer en la tierra, junto al cadáver de un troll.
Mientras, el llanto de alguna enana rompía el silencio que había quedado tras el último asalto. Dos guerreros habían sucumbido a las heridas, pero los cuerpos goblins que lo rodeaban, eran testigos de la ferocidad de los fallecidos. Algunos de los supervivientes, tuvieron que ser trasladados al hospital, donde se le tratarían las heridas.
Como siempre, el día después, a pesar del luto oficial por los dos fallecidos, el contable llevó a Kubuk las cuentas.
Astesh, a día de hoy aún en el hospital, ha pedido a Kubuk izar la bandera de guerra de lo alto de las torres de ballesteros. Esos malditos goblins sufrirían la ira de SilverSilk. No habría piedad para ninguno de ellos. Era hora de alianzas.