¡Alohaaaaaa!
El análisis de hoy va para Signalis, un survival horror indie que combina mecánicas clásicas con una narrativa críptica y una estética retrofuturista. Este título, desarrollado por el pequeño estudio rose-engine, destaca por su capacidad para evocar emociones a través de su atmósfera y diseño, recordando a clásicos como Silent Hill o Resident Evil. A partir de aquí os contaré qué me ha parecido, desglosando cada uno de sus aspectos y adentrándonos en el oscuro mundo que el juego nos presenta.
Pero antes de nada os dejo con el ruido de ambiente con el que leer este análisis:
La trama de Signalis comienza con nosotros, una unidad replika LSTR (Elster), despertando en el interior de una nave. Dentro de ella buscaremos pistas sobre lo que está ocurriendo y finalmente tras salir de la nave bajeremos por un tunel rojo donde la cámara cambiará a primera persona y nos encontraremos con el libro lovecraftiano de "El rey de amarillo". Nos saltará una cinemática muy confusa y de ahí apareceremos en la estación Serpinski, donde comenzará nuestro travesía para encontrar a la misteriosa Alina.
Signalis nos introduce en un futuro distópico donde la humanidad ha colonizado sistemas solares lejanos, pero vive bajo un estricto control gubernamental y corporativo (Eusan Reich y Federación de Vineta), donde las naciones se han aglomerado en dos bloques y los idiomas alemán y chino prevalecen por encima de los demás.
La narrativa está deliberadamente fragmentada, jugando con saltos temporales, referencias literarias y visuales, y simbolismos que nos desafían al interpretar los eventos. Las teorías sobre la historia varían: algunos creen que trata sobre la identidad y el trauma, mientras que otros lo ven como una exploración de la memoria y el amor. Al final no hay una versión oficial sobre la historia, por lo que queda a nuestra interpretación decidir.
Inspirado por la literatura de ciencia ficción y el cine de terror clásico, el juego combina estos elementos con temas filosóficos y psicológicos. Además, incluye referencias al expresionismo alemán y a la cultura asiática, especialmente en su diseño de personajes y ambientación. De igual manera encontramos referencias a la obra de Lovecraft, que si bien estas no son tan evidentes envuelven a toda la experiencia y son objeto de especulación en cuanto a su influencia en la trama.
El gameplay de Signalis es una carta de amor a los survival horror clásicos. La gestión de recursos es clave: debes priorizar qué llevar en tu inventario limitado y cuándo enfrentarte o evitar a los enemigos. Los puzles son variados, desde acertijos lógicos hasta mecánicas basadas en el entorno, y requieren atención a los detalles. Hago un especial énfasis en el uso de la radio, que han sabido incluir como un elemento importantísimo a la hora de resolver ciertos puzzles o incluso enfrentarnos a algunos enemigos.
El combate, aunque simple, es efectivo. Puedes usar diferentes armas para enfrentarte a los enemigos, pero la munición escasea, fomentando una sensación constante de vulnerabilidad. Los enfrentamientos están diseñados para ser tensos, y los enemigos son implacables, a menudo volviendo a la vida si no los eliminas correctamente. Esto se debe a la enfermedad que asola la estación, la cual acaba con la vida de los gestalt pero a su vez impide a las replikas correr la misma suerte y las obliga a levantarse una y otra vez autorregenerándolas desarrollando una especie de cánceres.
El diseño de niveles es intrincado y está lleno de secretos. Cada área está interconectada, y el backtracking se percibe natural gracias a los atajos y nuevos objetos que abren caminos previamente inaccesibles.
El apartado artístico de Signalis es sobresaliente. Con un pixel art detallado y una perspectiva isométrica que recuerda a los clásicos de los 90, el juego crea una atmósfera opresiva y melancólica. Los entornos son variados, desde instalaciones industriales hasta paisajes oníricos, todos ellos impregnados de un estilo retrofuturista.
Es gracias a este diseño artístico que podemos disfrutar de referencias a la cultura japonesa como Evangelion e incluso disfrutar del arte del temprano siglo 20. Dichas referencias no son meros cameos sino que tienen un significado dentro del propio juego y las diseñadoras se han encargado de que la trama quede oculta tras de ellas.
La Isla de los Muertos de Arnold Böcklin se trata de una colección de pinturas realizadas a lo largo de 6 años en las que el autor dibujó el mismo paisaje de distintas formas. No se trata de un lugar real.
La banda sonora complementa esta atmósfera con temas minimalistas y tensos que refuerzan la sensación de aislamiento. Los efectos de sonido, como los chirridos metálicos y los gemidos de los enemigos, contribuyen a la inmersión.
Detrás de Signalis está el estudio rose-engine, formado por Barbara Wittmann y Yuri Stern, dos desarrolladores independientes con sede en Alemania. Su pasión por los juegos clásicos y el cine de ciencia ficción se refleja en cada aspecto del juego. A pesar de ser un equipo pequeño, han conseguido crear una experiencia que rivaliza con producciones de mayor presupuesto.
A destacar
Inspiraciones clásicas
El homenaje a los survival horror clásicos es evidente, pero Signalis también aporta su propia personalidad gracias a su enfoque narrativo y artístico.
Una narrativa abierta a interpretación
El juego no da respuestas fáciles, animando al jugador a teorizar y reflexionar sobre los eventos.
Repasando: lo bueno y lo malo
Lo bueno:
- Narrativa profunda y emotiva.
- Diseño artístico y sonoro excepcional.
- Jugabilidad que equilibra exploración y tensión.
- Inspiraciones clásicas reinterpretadas con frescura.
- Los puzzles son complicados pero muy satisfactorios.
Lo malo:
- Inventario limitado que, aunque intencionado y bien introducido en el contexto de la historia, puede resultar tedioso para algunos.
En conclusión
Signalis es una obra maestra indie que combina elementos clásicos del survival horror con una narrativa profunda y artística. Nos encontramos ante una de las joyas ocultas del terror psicológico y existencial que todo amante de este género debería de probar al menos. No solo por su interesante historia, sino por su ambientación y jugabilidad, que nos invitan a explorar y resolver puzzles en cada nueva estancia que nos encontramos. Pocos juegos se atreven a plasmar cuestiones como las que las chicas de Rose-engine tratan en este juego, y muchos menos logran hacerlo con tanta genialidad.
Valoración:
Imprescindible.
Como le tengo que dar una nota numérica pues un nueve mismamente, pero no le hagáis caso a esa cifra porque es una chorrada. Al final lo que quiero transmitir es que el juego merece ser jugado por todas aquellas personas, sin excepción, que disfruten de los géneros y características que he ido describiendo durante el análisis.
Me gustaría empezar a recabar opiniones en cada análisis de la opinión que tenéis vosotros sobre cada juego, si lo habéis jugado. Así podríamos contar con algo parecido a la "nota de los usuarios". Si os queréis participar en esta iniciativa, aparte del comentario, podéis dejar vuestro voto aquí:
- Imprescindible (8-10) [Toda persona debería de darle una oportunidad, es muy complicado que no guste]
- Recomendable (6-8) [Es bastante probable que guste a muchas personas]
- Mediocre (4-6) [Puede gustar o no, pero dependerá de los gustos y predisposición de cada uno]
- Malo (2-4) [Lo más normal es que no guste ni merezca la pena]
- Basura (0-2) [No debería existir]
La votación es pública y no tiene límite de tiempo, por lo que si no lo habéis jugado os recomiendo no gastar el voto y pasar por aquí una vez lo hayáis hecho.