Coincido en muchos puntos positivos que habéis ido diciendo, pero yo voy a comentar un par de cosas que me están decepcionando bastante. Voy por el acto 2 y no tiene pinta de que se vayan a tocar estos puntos:
- El contraste de la cultura qunari con el resto de Thedas. Siempre nos han contado que los qunari están a la gresca constantemente con Tevinter y ahora con un cisma en el qun y una invasión hostil por parte de los rebeldes, que no se aborde el asunto...
- La esclavitud en Tevinter. Para el sur esto es uno de los mayores prejuicios, pero vamos a Minrathous y es como pasear por cualquier otra ciudad. Sí me gusta que veamos miseria como contraste a todo lo que venden: que Tevinter es mejor en todo, magos al poder y casi una utopía, pero a la hora de la verdad son más de lo mismo. Sin embargo podrían ahondar mucho más en el tema de muchas maneras.
- La Capilla en el sur, la Capilla en el norte, sus diferencias culturales y la situación en la que podría encontrarse como institución. Con la revelación sobre los evanuris en Inquisition y 10 años después, no se ven reflejadas en ninguna parte las consecuencias de una información que debería cuestionar los cimientos de la historia de Thedas.
- Tresspasser acaba diciendo que Solas está reuniendo un pequeño ejército de agentes leales para ir liberando a los elfos de la opresión. Eso también podría tener unas implicaciones muy gordas en la trama porque la situación de los elfos daría un giro de 180º: nadie se fiaría de ellos ante el temor de que se 'rebelen', lo cual tendría potencial para otro conflicto estilo magos/templarios, pero en Veilguard Solas va en solitario desde el principio.
- La manera en que se trata muchas veces la magia, sobre todo por parte de Bellara y los Veil Jumpers. Antes era algo etéreo, chamanístico y medio tabú, pero ahora lo abordan como una pseudociencia que analizar con macguffins y palabros al estilo Regreso al Futuro. Es un cambio de tono en este aspecto que no venía a cuento y creo que le sienta bastante mal, creo que por eso los elfos son mi facción menos favorita. Pensad en Merrill del 2 y comparadla con los elfos aquí.
Puedo entenderlo como parte de la premisa de Veilguard: el objetivo es el que es, somos un random y hay que montar un equipo para el trabajo; muy en contraste con Inquisition, en donde somos el elegido y debemos lidiar con los asuntos geopolíticos de todo el sur. Aunque me está gustando mucho el juego, creo que son puntos muy desaprovechados y me está costando dejar de pensar en lo que podría haber sido.
