#4735 es cierto, falta información. Eso era por algo que acababa de leer antes de escribir el post. En un despacho, la protagonista, inspectora de policía, y cuatro compañeros. La inspectora está hablando de una diferencia que había detectado en los cadáveres de las víctimas (chicas adolescentes). Sobre el maquillaje. Dice que una al menos debía llevar rimel y gloss. La autora describe como los hombres ponen cara de confusión hasta que su subordinado dice, textualmente: "lo de los ojos y brillo de labios".
¿Tan alejados se cree que estamos los hombres -o los lectores en general- del mundo femenino para que necesitemos semejante explicación? ¿O para que reaccionen como simios? Es uno de tantos detalles que me llevaban a hablar de condescendencia. Por ejemplo, entiendo perfectamente, si quiere meter el txantxigorri en la novela, que explique qué es para quien no lo sepa, al ser un dulce tipico navarro. Decide que lo explique la protagonista. Vale. La protagonista se lo podría explicar a su marido, cuando hablan del caso, ya que es americano. No es que no sea navarro, es que no es ni español. ¿Se lo explica al marido? No, se lo explica en una escena del crimen a un montón de policias. Policías Forales. Navarros.
Otro inspector de la Foral, uno de los cuatro simios (que está celoso de que ella lleve el caso) viste con trajes italianos y zapatos caros hasta en la escena del crimen. Manchandose de barro, resbalándose y demás. Que yo sepa, independientemente de su rango los Forales tienen todos uniforme, no me imagino a uno en plan detective de Nueva York. Eso sí, una jueza acude en falda y tacones a la escena y la describe bajando la cuesta como si fuera una amazona.
No puedo evitar una sensación como de que me están llamando tonto desde detrás de una esquina.
Del culebrón familiar de la prota no voy a hablar, porque podría resultar interesante como trama paralela, aunque de momento sólo es una especie de Falcon Crest que quita chicha a los casos.