Desde el principio Saramago deja claras sus intenciones cuando el ladrón se aprovecha del ciego desvalido robándole el coche. Deja claro que la novela no va a ir de la ceguera, sino de los humanos enfrentados a sí mismos. De ahí que la mujer del médico exprese constantemente que son ciegos que ven.
La parte del psiquiátrico es lo mejor del libro. Plasma con un realismo acojonante la incompetencia de los gobiernos, así como la falta de ética que estos mismos pueden llegar a tener con sus ciudadanos, arrojándolos sin miramientos al salvajismo que supone ese encierro (muy parecido a lo que hemos visto en algunos gobiernos durante la crisis del Covid-19, tanto en incompetencia algunos, como crueldad otros. Yo prefiero formar parte de los incompetentes que de los crueles). También el miedo atroz de los militares, que no dudan en disparar: la ética queda en segundo plano cuando hay que proteger el propio cuerpo.
Creo que otra cosa que vemos y me parece sublime, es la incapacidad de gobernarnos que tenemos los humanos: ese encierro lo deja claro. Sin un buen gobierno quedamos en un estado, como diría aquel del Leviatán, de naturaleza, de salvajismo. No es raro que un grupo de sátrapas busque imponer su salvajismo en una situación como esa, y es lo que pasa. La parte de las violaciones es la más cruda de toda la novela, la falta de consideración por los otros que demuestran algunos es realmente asquerosa, a la par que realista. Creo que la humanidad que se muestra cuando las mujeres buscan estar con los hombres de su grupo antes de ser violadas, es una de las partes más intensas. La necesidad de demostrarse a sí mismas que tienen capacidad sobre sus propias decisiones, ante el golpe extremo de una banda de hijos de puta.
Por otro lado, aquí destaca la mujer del médico, que es sin duda el mejor personaje de la novela, y diría que la prottagonista. Saramago con ella quiere demostrar que existen personas que son capaces de dar sin esperar nada a cambio, desinteresadas, capaces de aguantar golpes de manera inexplicable cuando la necesidad lo demanda. De ahí el asesinato que comete pese a todas sus dudas y remordimientos (bien asesinado). Lo mejor de todo es cuando se rompe, ya fuera del confinamiento, y el perro de las lágrimas la consuela. Es el momento más bonito de la novela, así como la introducción de la figura del animal fiel, que al igual que esta mujer suelen darnos todo a cambio de absolutamente nada. Creo que esta dupla es lo mejor de toda la obra, sin dudas.
Otra cosa que también me ha gustado mucho es la soledad que consigue transmitir con esa anciana que vive en el piso de la chica de las gafas negras, que acaba muriendo sola y que solo se mostraba arisca ante un abandono que muchas personas como ella viven. Esto es algo que hemos visto nosotros en los geriátricos este año, por desgracia. La gente tendría que leer esto, y así abrir los ojos ante su propio egoísmo.
Otra evolución, esta más plástica y artificial me parece a mí, es la de la chica de las gafas negras. Creo que cuando se acuesta con el médico, que por parte de él no lo acabé de entender, es por la soledad real que mostraba, por ello empatiza tanto con la vieja que muere sola. La plantea como una mujer frívola y superficial, y acaba siendo todo lo contrario: el apego por el niño, la tristeza por la vieja, la necesidad del encuentro con sus padres, y la relación con el viejo del parche. Es, como toda la novela, una apelación a la persona por encima de lo externo, a la necesidad de fijarnos en el interior de los demás.
Ya para acabar, el final, tal como vino se fue, pero quedan igual de ciegos que eran antes. Creo toda la novela es una metáfora tan bonita como desgarradora. Una obra maestra, vaya.