Mi Yorkshire Terrier es el perro más obseso por la comida y consentido que he visto en mi vida. El problema es que el perro sabe lo que tiene que hacer para dar pena (llorar con ese sonido característico que hacen) y mis abuelos escuchan ese sonido y ya le consienten todo.
Por la mañana, mientras ellos toman las tostadas con mantequilla, siempre le dan algo.
Durante el almuerzo, mi madre le prepara arroz con zanahorias y algo de carne, pero el perro se lo come volando, hasta tal punto que apenas tarda unos 30 segundos en hacerlo. ¿Por qué? Para venir a la mesa y pedir más comida. Entonces entran en escena mis abuelos, que le dan de lo que estén comiendo: pan mojado en tomate, croquetas, patatas fritas, atún del aliño... Y si toman fresas o cerezas de postre, pues le dan también.
En la cena, mis abuelos son algo rústicos y suelen comer tortilla y/o entremeses variados cada noche. Bueno, pues mi perro come con ellos tortilla y entremeses variados. Perfectamente se puede comer 3-4 lonchas de jamón de york, más trozos de queso, caña de lomo, jamón serrano, etc.
No me extraña que, más que un perro, parezca un cerdo.