Este viernes se cumplen 40 años de la desaparición de Jimi Hendrix, o como se presentó a sí mismo unos días antes de morir, ‘El Salvaje Ángel Azul’. Si Dylan puso la poesía y los Beatles las canciones, Hendrix fue el que le dio el sonido a la música rock, haciendo de la guitarra eléctrica, como dijo Patti Smith, la metralleta que utilizó toda una generación. Una generación que tuvo en el zurdo de Seattle a su mayor luminaria.
Hablar de Hendrix es pura mitología rock, desde sus oscuros principios como acompañante de Little Richard o los Isley Brothers hasta su última actuación en la Isla de Wight. Vivió rápido y dejó un bonito cadáver, su vida fue como la de un cometa, en apenas cuatro años dejó una considerable obra y cambió para siempre la música popular. Siempre estará relacionado a la guitarra, pero ese cliché no debe obviar que Hendrix fue también un gran compositor y que sus tres primeros discos junto a la Jimi Hendrix Experience deben estar en cualquier fonoteca que se precie.