El otro día estuve en urgencias del hospital y flipé con que los celadores que estaban en la entrada conocían a más del 60% de la gente que venía.
Me dio la sensación de que hay un % muy reducido de la población que abusa a niveles increíbles para el resto de la población
El hecho de que los días de partido de fútbol haya una menor afluencia de personas a urgencias es una buena evidencia del abuso y del derroche que supone tener un sistema gratuito para el usuario (que no para el contribuyente).
Imaginad que vais a un restaurante con los amigos, y cada uno puede comer lo que quiera y en la cantidad que quiera, que luego la cuenta se repartirá entre todos a partes iguales. Qué creéis que pasará? Que cada uno comerá lo máximo posible aun cuando ya se haya saciado completamente el hambre. Total, se va a repartir entre todos...
A mi me ha pasado de ir a cenar con los amigos, no pedir postre y terminar pagando el postre de los demás, mientras pienso "si lo llego a saber, me hubiera pedido un postre".
La cosa cambia, y mucho, cuando sales a cenar y cada uno se paga lo que pide. Podría poner muchos más ejemplos, como un supermercado público donde llegas, coges lo que quieras y te largas sin pagar nada. Qué podría salir mal?
Pero vivimos en Españistán, donde un copago de 10 euros al mes en medicamentos para pensionistas que cobren una pensión superior a 1.000€/mes se ve muy mal.
Disfrutad del socialismo.
#121 Celadores que probablemente no sepan que esos pacientes recurren con mas frecuencia al servicio de urgencias por problemas de salud. De hecho, son los mas delicados y los que mas precisen de esos servicios.
#123 Uff pues no se qué decirte. Mi novia trabajaba en las ambulancias y lo de #122 y los partidos de fútbol es 100% real, no había casi servicios cuando había partido (aunque los que había eran serios de verdad) y se ponía a darme la paliza por whatsapp del aburrimiento de horas que se comía xdd
También recuerdo que hubo una temporada que yo iba "mucho" al ambulatorio para ponerme una vacuna para una alergia, no es que fuera los mismos días de la semana ni a la misma hora pero había gente, especialmente viejos, que siempre veía pululando por ahí. En verano se llenó el triple, especialmente de abuelos aburridos que iban ahí a leer el periódico con el airecito y a darle la turra al médico de cabecera.
