Desde los inicios de este programa presentado por Jesús Vázquez una cosa no me termina de encajar, el alto índice de desviados sexuales (véase homosexuales, lesbianas, coprófagos, etc...) que allí se reúnen. Si a esto se le suma las múltiples menciones a las noches locas de las que los concursantes disfrutan durante su estancia, todo se vuelve mucho más oscuro.
¿Qué se esconde tras el aparente buen talante que reina el programa de las cajas rosas (buena elección cromática)? ¿Acaso las noches en el hotel se caracterizan por orgías desenfrenadas donde participa incluso la mismísima señora Banca? ¿Se frotan con mermelada sus genitales para que el perro de la amiga de Ricky lama todo el alimento?
Y es que el elevado porcentaje de anómalos sexuales que consiguen reunir en un mismo evento es cuanto menos inquietante. Mis ojos han visto cosas que ningún mortal creería: 5 homosexuales declarados (y con pluma de proporción bíblica) de un total de diez hombres en el rodaje de este magnífico programa conducido por Arnyman.
Este mensaje, escrito desde el respeto, la tolerancia y el talante más progresista no tiene otro fin que el debatir los posibles favores por parte de los organizadores del casting hacia estas minorías, minorías que no deberían influir en la decisión para asistir como concursante del espacio televisivo.
Besos púbicos para ellos y un abrazo para ellas.