"Cinco años juntos, peleando, yendo y viniendo pero siempre con el mismo amor. Te amo para siempre, mi ángel", escribió, el viernes por la mañana, Nahir Galarza en su cuenta en Instagram. Acompañó el texto con una foto de su novio, Fernando Pastorizzo, besándole el hombro. A esa hora, el joven, de 20 años, yacía muerto con dos disparos en el pecho al costado de una carretera en Gualeguaychú, 230 kilómetros al norte de Buenos Aires. El mensaje de Galarza no fue el de una novia devastada por una pérdida. Interrogada por la policía, la joven de 19 años confesó ser la autora de los disparos. Usó para ello la pistola 9 milímetros de su padre, agente de policía.
Nahir se quebró después de declarar durante horas ante la fiscalía de Gualeguaychú. Cuando todas las preguntas apuntaban a confirmar la culpabilidad de su padre, dueño del arma homicida, la mujer confesó entre lágrimas: "Basta, fui yo, fui yo, fui yo, quítenle la responsabilidad a mi padre y a mi familia". Luego contó que a las seis de la mañana del viernes, después del crimen, volvió a su casa, guardó a pistola en la funda de su padre y se acostó a dormir. Cuando se levantó, decidió publicar en Instagram un mensaje a su novio muerto.
Tras la confesión, Nahir fue traslada a un psiquiátrico, aunque el fiscal Leandro Beherán, a cargo de la investigación, dijo que no padece “problemas psicológicos ni mentales”. "Decidimos enviarla a la sala de salud mental porque teníamos miedo a que sucediera algo en una celda de la Comisaría del Menor y la Mujer", dijo Beherán al diario El Día de Gualeguaychú.
La relación entre Nahir y Pastorizzo duraba ya cinco años y había entrado en una fase terminal en diciembre, incluso con escenas de violencia. El domingo anterior al crimen, Nahir y una amiga agredieron al joven a la salida de una discoteca. La historia terminó finalmente en tragedia.
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https://elpais.com/internacional/2018/01/01/solo_en_argentina/1514837217_214230.html
NI UNO MENOS !
P.D: Aconsejo indagar en las fotos de la chica, telita como esta la niña.