Los alcaldes del cambio están aliviando la deuda pública de sus ciudades a una velocidad de vértigo: 160.000 euros por hora tras haber amortizado y saldado más de 2.100 millones en créditos en su primer año y medio de gestión.
Analizando las 4 principales ayuntamientos del cambio:
Madrid
El grueso de esa amortización corresponde a Madrid, que desde julio de 2015 ha activado operaciones que al acabar 2016 habrán saldado deudas por 1.793 millones, es decir del monumental lastre de 5.637 millones que dejó el equipo de Ana Botella, la habrán reducido a 3.844.
Y bajará a algo menos de la mitad -2.729- cuando termine la legislatura si se cumplen las previsiones del equipo económico de Ahora Madrid, que prevé amortizar otros 397 millones el año que viene.
Zaragoza
El descenso alcanza los 97 millones en año y medio en Zaragoza, periodo en el que el endeudamiento con los bancos y entidades oficiales de crédito habrá pasado de 834 millones a 737.
Fernando Rivarés consejal de economía Zaragoza explica que estos días comienza a negociar con los grupos municipales unos presupuestos con 47 millones para inversiones y 99 para servicios sociales después de haber saldado otros 109 en infradotaciones heredadas, pagar 87 en “sentencias del pasado que explotan en el presente” y aplicar medidas de ahorro como una rebaja de tres millones en la factura de la luz. Rivarés espera amortizar el año que viene otros 53,6 millones, lo que dejaría la deuda de la ciudad en 684.
Valencia
Valencia se encontraba al cierre del segundo semestre: 686 millones tras haber amortizado 40 en el primer año natural de la legislatura, según el Banco de España, y situar al consistorio, que cerró el 2015 con un superávit de 61 millones, en su nivel de endeudamiento más bajo de los últimos diez años.
Esa política financiera permitirá que el ayuntamiento rebaje su deuda a 669,5 millones cuando acabe el año -tras amortizar 56,5 en 18 meses- y que prevea saldar otros 86 en 2017.
Barcelona
Barcelona, por su parte, amortizó 138 millones de euros en una sola operación a finales del año pasado, con lo que redujo los créditos vivos de 974 a 836 millones para reducir otros dos este año. Ese volumen de deuda supone apenas una cuarta parte de su presupuesto, que supera los 2.400 millones.
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