#54 Tienes razón, y con un porcentaje de riesgo es realmente muy alto por lo que he leído. Se "recomienda" usarlas hasta en un par de ocasiones y no más, pero si es evitable mejor. Las inyecciones más de lo mismo. La verdad es que lo desconocía, se agradece el matiz y ya sé algo más del tema, que realmente me interesa xD
La operación que nombras es la que te quitan las uñas? con la última falange? Pensaba que estaba prohibido en España. Yo eso no se lo recomiendo a nadie, porque eso sí que es realmente jodido para el animal. No se enteran en la operación porque le dan anestesia total (por el dolor excesivo que sentirían y el alto nivel de delicadeza de la cirujía). Esos días flipados que dices no es por el vendaje de las patas, es porque sienten un dolor bastante extremo. Por esto está prohibido en muchos países. Voy a poner varios "pastes" algo largos, pero creo que merecen la pena para que la gente sepa las consecuencias:
¿Cuáles son los posibles efectos colaterales de esta cirugía?:
-el animal no podrá usar el arenero, la arena podría incrustarse en la herida.
-Dolor, si el animal no está bien anestesiado (a veces, se utiliza anestesia inhalada)durante la operación, a parte del riesgo que toda anestesia lleva consigo, claro está.
-Pude producirse cojera en alguna de las patas y deformaciones si no se desarticula bien la tercera falange, en cuyo caso, la uña seguiría creciendo de manera irregular y produciendo infecciones en la zona.
-El gato queda en desventaja frente a otros gatos, a otros animales y frente a la su naturaleza.
-Grado bastante elevado de traumatismo y dolor al quitarle las garras al animal y durante el proceso de cicatrización de las heridas, puesto que es la zona más sensible del gato.
-En caso de fracaso de la cirugía a la hora de la extracción de la tercera falange, se tendría que proceder a una nueva operación para solucionar los trastornos derivados.
-El gato tendría que pasar la noche en la clínica, dolorido, nervioso y traumatizado.
-El dolor es claramente visible en el animal, y su caracter se tornará mucho más agresivo en consecuencia.
-Alto riesgo de infeción durante la operación y después de la misma principalmente. Según el material que se utilice para el desgarre, el proceso puede ser más o menos traumático, pudiendo alargarse bastante el proceso de recuperación.
-Molestias al caminar en el animal, no tenemos más que pensar si a nosotros se nos quitase la última falange de nuestras manos ¿nos seria bastante incómodo desenvolvernos? y doloroso por supuesto.
-Necesidad de medicación con antibióticos y analgésicos.
-Daño psicológico inevitable e irreversible, fustración e impotencia.
Y esto otro:
Incluso si la operación transcurre sin percances, el dolor y la angustia a los que se ve sometido el gato cuando despierta son atroces. El Dr. Nicholas Dodman, Profesor de Farmacología Conductual y Director de la Clínica del Comportamiento en la Escuela Universitaria de Medicina Veterinaria en Tufts, y un especialista internacionalmente conocido en investigación sobre el comportamiento de animales domésticos, explica la desungulación:"La falta de humanidad del procedimiento queda claramente demostrada en la naturaleza de la recuperación de los gatos de la anestesia tras la cirugía. A diferencia de las recuperaciones de rutina, incluyendo las recuperaciones de operaciones de esterilización, que son bastante tranquilas, la cirugía de desungulación termina con gatos rebotando contra las paredes de las jaulas de recuperación por el insoportable dolor. Los gatos más estoicos se hacen un ovillo contra el fondo de la jaula, inmovilizados en un estado de desamparo, presumiblemente debido al dolor abrumador.... [La desungulación] sirve como modelo de dolor intenso en las pruebas de eficacia de fármacos analgésicos. Aunque se pueden utilizar analgésicos en el postoperatorio, raramente se les suministran, y sus efectos son incompletos y transitorios en cualquier caso, de modo que antes o después surgirá el dolor."(Extraído de The Cat Who Cried For Help, Dodman N, Bantam Books, New York).
El gato no es que siga siendo el mismo tras esa operación (la de las uñas):
Un gato desungulado no es el mismo. Ha perdido el extremo de sus dedos. No puede obtener el beneficio completo de arañar. Su forma de caminar se ve alterada porque la parte frontal de sus patas no está. No puede agarrar un juguete o manipularlo tan bien como si tuviera uñas. Puede trepar a superficies sencillas, pero en terreno más accidentado no puede valerse de las uñas delanteras que sirven como clavos de sujeción, frenos y garfios. Si se enfrenta a una amenaza, lleva diez uñas de desventaja. Es sencillo: hay cosas que es posible hacer con un conjunto de púas afiladas y que no pueden hacerse con una almohadilla lisa.
Pero ésas son sólo las diferencias mecánicas. Los gatos son famosos por ocultar sus molestias y superar estoicamente sus deficiencias. Es injusto para el gato que asumamos que no echa de menos sus uñas sólo porque no se queja explícitamente. El respeto hacia los gatos exige que les demos el beneficio de la duda, suponiendo que echará de menos cualquier cosa que de otra forma utilizaría diariamente.
El Dr. Gordon Stull, VMD, es propietario de la Vatco Veterinary Clinic en Tabernacle, New Jersey, y ha visto un buen número de gatos desungulados. Dice lo siguiente :"Desungular es, lisa y llanamente, una mutilación que puede causar daños tanto físicos como emocionales al gato. No todo gato desungulado sufrirá daños emocionales obvios; algunos pueden tener el aspecto de cualquier gato normal. Pero si entro en la consulta y veo un gato doméstico mostrando tendencias agresivas (vocalizaciones amenazadoras, una naturaleza agresiva dominante, y propensión a morder) en mi interior sé que hay nueve posibilidades entre diez de que este gato haya sido desungulado, y de que los comportamientos agresivos sean la forma en que el gato compensa la traumática experiencia de la desungulación y la pérdida de sus defensas naturales causada por la cirugía ."
Hay mucha info del estilo respecto a esa operación (también llamada oniquectomia). La verdad es que esa operación sí que me parece bastante cruel, porque ahí sí sufre el animal en el post-operatorio (como dice el segundo paste que he hecho, en cambio en la castración apenas). Si es que lo de las uñas se soluciona con cortarles las puntas (de las delanteras, las traseras no es necesario) una vez a la semana. Estando romas no pueden dañar apenas nada y el gato puede hacer sus funciones tan felizmente.
Este enlace informa bastante bien de todos los riesgos y consecuencias de esa operación (es donde he extraído parte del texto pegado):
http://www.amnistianimalmadrid.org/art_pq_unas.htm
Saludos.